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Región HELENA BOADAS SE CONFIESA PÚBLICAMENTE

Impactante artículo de una independentista arrepentida, hija de una líder del procés

24 octubre, 2017 19:06

Helena Boadas, hija de María Mercé Roca, exdiputada de ERC, candidata a la alcaldía de Gerona por los de Esquerra, vicepresidenta de Òmnium en su comarca y por lo tanto un personaje destacado de la élite más nacionalista de Cataluña, ha roto los lazos con el independentismo en un impresionante artículo publicado en el Diari de Girona el pasado fin de semana, en el que admite que es "una botiflera", el término despectivo que se utiliza en los círculos nacionalistas para designar a los que piensan diferente.

En el artículo, del que se hacía eco Dolça Catalunya, Boadas explica que la gota que ha colmado el vaso ha sido la consigna que corrió la semana pasada –"me llegaba por tierra, mar y aire"– sobre sacar dinero de los cajeros a una determinada hora. Una medida que califica de "irresponsable" porque "el sistema bancario es muy sensible" y que, además, asegura que sólo perjudicó "a los abuelitos que querían sacar dinero para ir al mercado y no pudieron porque el cajero se había quedado sin efectivo".

"Si me quedaba algún gen de la independencia escondido en algún rincón del cuerpo, en los últimos meses ha quedado fulminado", asegura Boadas. "¿Que no hay factura social?", se pregunta, "no, si cuando no eres independentista te escondes debajo de una piedra no hay", responde con dureza.

"Escribo este artículo porque estoy cansada de esconderme", dice explicando que "como otros muchos catalanes vengo de un contexto muy independentista" que es "lo que he vivido toda la vida". Sin embargo "cuando he conseguido tener una mirada propia sobre las cosas me tenido que callar, como tantas otras personas".

"Los grupos de whatsapp son un infierno", asegura, TV3 es "un panfleto independentista vergonzoso" y "la distorsión de la realidad es importante". Pero, todo esto no se escucha porque, como les ocurre a tantos que no comulgan con el nacionalismo obligatorio, "si en algún contexto me atrevo a hablar provoco, como mínimo, decepciones".

El último párrafo del artículo es quizá el más duro: "Estoy cansada de esconderme, Aquí lo tenéis, soy una botiflera, ya me lo digo yo misma, no sufráis. Pero aprovechad para reflexionar un poco porque como yo hay mucha, mucha gente, muchísima, que sigue escondida debajo de una piedra".