Digital Castilla

Digital Castilla

Toledo FUE INAUGURADO EN 1920

El Colegio Teresiano María Inmaculada de Mora (Toledo) celebra su centenario

7 octubre, 2020 16:58

Mañana jueves se cumplen 100 años desde la fundación del Colegio Teresiano María Inmaculada en Mora (Toledo) que, después de algunos sueños, un proyecto, un deseo y muchas dificultades, un 8 de octubre de 1920 abrió sus puertas. Desde esa fecha y hasta nuestros días, el colegio se ha mantenido vivo, formando y ayudando a crecer a miles de alumnos.

Fue en 1915, cuando el entonces párroco de Mora, Don Ángel Ríos Rabanera, puso en marcha la construcción de “un colegio católico de niñas y señoritas”. La idea fue acogida con entusiasmo por Doña Maria Martín Maestro, vecina de Mora, que costeó tal empresa y puso a su disposición el solar donde se construiría un colegio para niñas con el objetivo de formar cristianamente a la niñez y juventud de la localidad.

En un principio, se encargó a las Religiosas de la Inmaculada Concepción (Las Damas Negras), que se hicieran cargo de la educación en el Colegio, pero una serie de oscuros sucesos en el pueblo provocaron que nadie se responsabilizase de seguir con el proyecto, incluida la orden religiosa que estaba previsto que asumiera la labor educativa. Y así, en 1917, el Colegio ya construido, seguía cerrado a cal y canto.

Como había que buscar otra congregación religiosa que se hiciera cargo del colegio, unos morachos fueron a Madrid en tren y, por casualidad, se encontraron con dos hermanas de La Compañía de Santa Teresa de Jesús fundada por Enrique de Ossó en 1876.

Fue entonces cuando contactaron mediante carta con Teresa Blanch, superiora general de la compañía, que vivía en Barcelona, para ofrecerles el colegio y la compañía asumió el proyecto. El día 8 de octubre llegaron a Mora y fueron recibidas con alegría y entusiasmo. Eran doce religiosas como los Apóstoles de Jesús. La madre superiora se llamaba Carolina Bernardos yallí las esperaban otras dos hermanas que habían preparado la llegada.

El colegio comenzó su andadura con 348 alumnos, nueve profesoras y tres auxiliares. Mientras que se daban las clases, las obras continuaron hasta que el edificio terminó de construirse. Los actos de inauguración oficiales fueron los días 16 y 17 de abril de 1921 y se hizo una procesión desde la Parroquia hasta el colegio, según cuentan las fuentes no faltó de nada: autoridades civiles y eclesiásticas, cortejo, banda de música y mucha gente en las calles.

Los años pasaron y, en el año 1936, quisieron quitar el colegio a la Compañía y hacerlo escuela pública, pero la iniciativa no cuajó. En junio de 1936, las autoridades públicas querían que Maria Martín Maestro lo cediera al Estado y que la compañía se fuese de Mora.

La situación durante el mes de julio de 1936 se complica para España, Mora y el colegio. La Guerra Civil estalla el 18 de julio y el 25 de julio las hermanas de la Compañía abandonan Mora dejando todo lo que era suyo en el colegio, sin saber si volverán o no.

A partir de esta fecha, el colegio pasó a ser un edificio de oficinas y cárcel republicana. La Guerra Civil continuó y el centro se convirtió en Instituto y en museo municipal y, en noviembre de 1937, la República quiso convertirlo en un hospital de 500 camas. A finales de marzo de 1936 el colegio se convirtió en escuela pública.

En julio de 1941, la Compañía de Santa Teresa de Jesús volvió a Mora, se refundó el colegio y en octubre comenzó el curso. A partir de este momento se ofreció educación a todas las niñas en edad escolar y a los niños hasta los ocho años.

En 1960, se abrió el Instituto en Mora y el número de alumnas bajó considerablemente, el colegio estuvo a punto de cerrar, pero antiguos alumnos y gente muy vinculada al centro hizo todo lo posible para que esto no ocurriera y así fue. A mediados de la década, se comenzaron a preparar en el centro futuras maestras y se abrió un internado para alumnas de fuera de Mora.

Desde 1964 a 1973, en el colegio se estableció una escuela de carácter social en la que se enseñaba a hacer alfombras. A partir de 1980, se reestructuró con la nueva ley de Educación y solo se impartía parvulitos y EGB. En las siguientes décadas, se fue adaptando a las sucesivas reformas y continuando con la labor educativa sin perder de vista su identidad teresiana al estilo de Enrique de Ossó. Desde el año 2011 hasta la fecha, el centro forma parte de la Fundación Escuela Teresiana.