El ex presidente de Castilla-La Mancha José Bono, que ejerció la acusación particular en la matanza de los abogados de Atocha de 1977, ha subrayado este viernes su "gran alegría" por la entrega a España del asesino Carlos García Juliá y ha recordado que sin sus víctimas y sin el PCE hoy España no tendría Constitución ni democracia. El ultraderechistaGarcía Juliá, tras casi 30 años fugado, se encontraba encarcelado desde hacía un año en Sao Paulo (Brasil), desde donde ha sido extraditado este jueves a España. A su llegada alaeropuerto de Barajas, escoltado por agentes de la Policía Nacional, ha sido conducido directamente a la cárcel de Soto del Real.

Bono, en declaraciones a los periodistas, ha mostrado su deseo de que García Juliá "cumpla hasta el último día" de condena "por aquel terrible crimen que cometieron" contra sus compañeros abogados y que, además, se le juzgue por quebrantamiento de condena tras su huida a América.

El ex ministro y ex presidente del Congreso y de Castilla-La Mancha ha avanzado que intentará con el resto de sus compañeros de la acusación particular personarse en el proceso "aunque no sea más que para honrar la memoria de quienes dieron su vida por la libertad y se convirtieron en protagonistas de la democracia que hoy disfrutamos".

"Hay mucha gente que se atribuye el protagonismo de la libertad y es un buen día para recordar que sin los abogados de Atocha y sin un PCE al que nunca pertenecí, pero que luchó de manera desinteresada y generosa por la libertad, hoy no tendríamos un país como el que tenemos con Constitución, derechos humanos y democracia tan avanzada", ha manifestado.

Y ha recordado que García Juliá nunca se arrepintió de sus crímenes y utilizaba casi como "atenuante" el argumento de que había disparado contra abogados comunistas: "Era lo que 40 años de dictadura y de oprobio habían intentado enseñar a los españoles, que por lo visto matar comunistas era un atenuante", ha advertido.