Castilla-La Mancha es la segunda comunidad autónoma con mejor índice de cobertura de plazas residenciales para mayores, con un 6,91 % por encima de la media nacional del 4,92 %, y es la primera región en creación de empleo para la atención a los mayores y la única que ha crecido, un 13,5 %, en contratos indefinidos a tiempo completo.

Así lo ha destacado este miércoles la consejera de Bienestar Social, Bárbara García Torijano, en la Comisión de Bienestar Social de las Cortes regionales, donde ha comparecido, a petición del PP, para informar sobre el mantenimiento o reserva de plazas en centros de atención a personas mayores.

García Torijano ha defendido que el Gobierno regional ha recuperado desde 2015 casi 500 plazas de las 637 que "destruyó" el Gobierno del PP en 2012, y ha afirmado que el sistema de servicios sociales y atención a la dependencia "es fuente de riqueza y empleo".

De hecho, en 2020 se han realizado 2.300 contrataciones de refuerzo de personal en centros propios del Gobierno regional y la bolsa de empleo social cuenta con 16.000 personas inscritas.

Según los datos que ha dado la consejera, en 2015 había 377.538 mayores de 65 años, el 18,3 % de la población, y en este momento hay 390.296, que supone un 19 %, y este tendencia al alza se prevé que se mantenga.

Por su parte, el diputado del PP Vicente Aroca ha reprochado a la Junta que haya pedido a los ayuntamientos la devolución de subvenciones por los servicios de los centros de día no prestados en 2020, y ha señalado que el PP no va a dejar "abandonados" a estas entidades locales, algunas de las cuales han presentado recursos de alzada.

El diputado del PSOE Pablo Camacho ha señalado que el sector de atención a personas mayores lo ha pasado "verdaderamente mal" durante la pandemia pero ha tenido "permanentemente" el apoyo del Gobierno regional.

Y la parlamentaria de Ciudadanos Elena Jaime ha pedido a la Consejería que se apueste por la innovación tecnológica en la "comunicación afectiva" a las familias de los residentes, y ha instado a que haya menor "institucionalización" de los mayores y más apoyo para envejecer en el domicilio.