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Región PLENO EN LAS CORTES

El consejero se compromete a revisar el mapa sanitario cada dos años y niega recortes

24 enero, 2019 15:37

El consejero de Sanidad, Jesús Fernández, se ha comprometido en sede parlamentaria a revisar el nuevo mapa sanitario cada dos años, al tiempo que ha tranquilizado afirmando que este nuevo mapa no repercute en los servicios ni en la atención sanitaria "que se mantiene intacta". "No vamos a generar ningún recorte ni se va a cerrar ninguna estructura".

Así lo ha asegurado el titular regional de Sanidad durante el debate planteado por el PP en el pleno de las Cortes regionales al hilo del nuevo mapa sanitario de Castilla-La Mancha regulado el pasado año por la Consejería, y que para los 'populares' implica "recortes".

El consejero ha explicado que era necesario volver a hacer "una foto fija" de las zonas de salud de la región, pues el PP, durante la pasada legislatura, lejos de actualizar ni unificar el vigente, que databa de 1996, "sacó una orden en 2012 que atentaba contra el mapa, la estructura y la atención, porque cerraron urgencias sanitarias".

Jesús Fernández, que ha precisado que con el nuevo mapa mantiene las ocho áreas de salud, todas las zonas básicas de salud funcionantes con los mismo puntos de atención y las mismas urgencias, ha indicado que este nuevo mapa no se hace por el número de habitantes, ni por prestaciones sanitarias, sino por motivos geográficos, demográficos, por medios de comunicación, recursos sanitarios o factores socioeconómicos o laborales, "pero no depende del color político de cada municipio".

"Si fuese por eso, no habríamos hecho nada en El Quiñón, donde Cospedal abrió un consultorio ridículo y el gobierno de Emiliano García-Page ha tenido que hacer uno en condiciones", le ha espetado al responsable de Sanidad del PP y alcalde de Seseña, Carlos Velázquez, al que ha asegurado que el actual mapa se ha diseñado de manera consensuada.

Es por ello, y tras insistir en que el mapa sanitario "no tiene política" sino que es una distribución de recursos, el consejero ha mostrado su disposición de actualizarlo cada dos años de forma participada y escuchando a toda las partes, a fin de revitalizar recursos y poner en funcionamiento "lo que precisen" los castellano-manchegos.

La ira del PP

El debate lo ha abierto la diputada de Podemos María Díaz que ha lamentado que la publicación de esta orden haya desatado el "enésimo episodio de ira del PP", una indignación que se le antoja "impostada", pues los 'populares' hablan de "recortes" inexistentes.

"El objetivo principal es echar espuma por la boca e intentar convencer no sé a quién, a los que se les han ido, que son más de derechas y mucho de derechas. Tenemos claro que el odio va a ser el mensaje y no es bueno", ha advertido Díaz en clave electoral.

Tras pedir al diputado responsable del área de Sanidad del PP, Carlos Velázquez, "que ponga el grito en cielo todo lo que quiera, pero no mienta porque está incapacitado para hablar de tijeretazos, concepto que se invento cuando gobernaba Cospedal", ha defendido que el nuevo mapa sanitario no permite "recortes", pues supone una reordenación funcional que "falta le hace" al sistema de salud regional para gestionar de forma "eficiente los recursos y llegar a todos los castellano-manchegos".

Dicho esto, y luego de admitir que "posiblemente habrá que seguir trabajando" sobre dicha ordenación, ha terminado pidiendo a los 'populares' que "no den lecciones de cómo mejorar el mapa sanitario". "Ustedes no lo reordenaron, lo emborronaron", ha concluido.

Nuevo mapa ajustado a realidad

De su lado, la responsable de Sanidad del Grupo Socialistas, Ana Isabel Abengózar, tras congratularse por el hecho de debatir sobre algo "nuevo", ha defendido que el nuevo mapa se ajusta a la "realidad y a la racionalidad" de la región pues los criterios de población han cambiado, ya que el PP, durante su legislatura, no se acordó del mapa sanitario.

Y es que, a su modo de ver, el nuevo mapa es una foto de realidad, en él que no hay nada de planificación a futuro porque se revisará cada dos años, y en el que desaparecen las zonas no funcionantes porque no existen. "Este mapa no recorta nada, solo elimina zonas básicas que nunca existieron porque solo estaban plasmadas en un papel", ha insistido.

Abéngozar también ha destacado que la gestión de la orden que regula dicho mapa ha sido "transparente y participativa", pues fue sometida a información pública y el texto remitido al Consejo Regional de Salud y de municipios de Castilla-La Mancha. "La realidad demuestra los manidos argumentos tramposos del PP", ha concluido.

Recortes

Por último, Carlos Velázquez, que ha subido a la tribuna con un cartel que decía 'los recortes en sanidad matan', que "usaron la pasada legislatura para atacar a un gobierno que hacia tolo lo posible para salvar la joya de la corona de Castilla-La Mancha que era su sanidad y que el PSOE, por su despilfarro había llegado a la ruina", ha reprochado al consejero del ramo haber aprobado dicho mapa sanitario con "nocturnidad y alevosía contra los intereses generales de miles de ciudadanos de Castilla-La Mancha".

"Este mapa es la constatación de los recortes en materia sanitaria de Page, de las mentiras del PSOE y de Podemos en materia de atención primaria" porque "elimina construir centros de salud" planificados por anteriores gobiernos socialistas.

Y es que Velázquez, que ha insistido en que dicho mapa elimina la construcción de centros de salud previstos en El Quiñón, Tomelloso o Membrilla, ha afirmado que dicho documento está "lleno de errores, sectarismo y recorta derechos adquiridos".

Por último, y tras criticar que el Gobierno regional ni se haya dignado a contestar a los alcaldes que han presentado alegaciones a la orden que regula dicho mapa, Velázquez, que perdió las primarias por la Presidencia del PP de Castilla-La Mancha, ha pedido el voto para que el que fuera su rival y actual líder de los 'populares', Paco Núñez, para que a partir del 26 de mayo "los castellano-manchegos tengan la sanidad que merecen".

De ahí que el PP haya presentado una resolución, que ha sido rechazada por PSOE y Podemos, en la que reclamaban mantener todas las zonas básicas de salud de ordenes anteriores evitando recortes de derechos a miles de usuarios y contestar todas las alegaciones presentadas para que no exista indefensión por criterio de lealtad institucional.