La Guardia Civil ha detenido a tres hombres por numerosos delitos de estafa, con una valoración aproximada de 280.000 euros, en varias provincias, entre ellas Albacete, cometidos tras usurpar a sus víctimas sus datos personales para, posteriormente, solicitar créditos o comprar artículos de segunda mano.

La investigación, según ha informado la Comandancia, empezó en septiembre de 2020, cuando dos vecinas de una población de la demarcación de Tavernes Blanques denunciaron haber sido víctimas hechos delictivos.

Al parecer se habían hecho cargos en sus cuentas bancarias sin haber ordenado movimiento alguno.

Los investigadores determinaron que las víctimas, al estar interesadas en el alquiler de una vivienda publicada en un portal de internet, facilitaban determinada documentación necesaria para realizar los trámites para su alquiler.

A partir de este momento, los delincuentes empezaban su “periplo” delincuencial, utilizando la documentación de las víctimas para efectuar numerosas compras de varios productos de valor o pedir créditos en varias entidades financieras de préstamos.

Dichos productos eran revendidos en diferentes portales o aplicaciones de compra-venta de productos en internet a un precio inferior al habitual, con el fin de lograr su venta con mayor facilidad y obtener efectivo.

Con este método compraron bicicletas, patinetes, motocicletas, televisores, visores para caza, ordenadores, relojes o placas foto-voltaicas, todos ellos de alta calidad y valor económico.

Los investigadores atribuyen a los detenidos un total de 159 delitos en las provincias de Zaragoza, Madrid, Valencia, Barcelona, Granada, Almería, Huelva, A Coruña, Albacete, Asturias, Navarra, Murcia, Alicante, Pontevedra y Guipúzcoa.

La valoración aproximada de los efectos defraudados o estafados, tanto a empresas como a particulares, es decir, el perjuicio económico total, ascendería a unos 280.000 euros.

Fruto de las investigaciones, el pasado 19 de febrero se realizó un registro en una vivienda de l'Eliana, donde se intervino diversa documentación, ordenadores y teléfonos móviles, y se detuvo a tres varones españoles de entre 20 y 44 años.