FOTO: Europa Press

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Guadalajara VIOLENCIA DE GÉNERO

Los agentes dicen que el acusado por matar a su pareja en Galápagos reconoció ser "celoso y controlador"

8 mayo, 2018 15:38

Agentes de la Guardia Civil han declarado en la segunda jornada del juicio al hombre que asesinó a su pareja en 2016, en Galápagos, que les dijo que era celoso y controlador y que, si bien afirmó que en el momento de los hechos buscaba si alguien había entrado en su casa, no temía por su vida. Han señalado que el acusado, A.R., se encontraba muy alterado y violento tras la detención, con altibajos y momentos de más tranquilidad como en el que confesó a un agente dónde se encontraba el arma utilizada en el crimen.

Asimismo, han indicado que el acusado recordaba todo en su primera declaración y solo presentaba lagunas sobre el momento del apuñalamiento de su pareja. El procesado salió a correr con sus perros la noche de los hechos y, al volver a casa, encontró la puerta abierta, por lo que pensó que había entrado algún intruso y, al llegar a la habitación donde dormía su pareja y la hija de ambos, vio a "alguien tapado en la cama" y lo apuñaló, tras lo cual se dio cuenta de que era su mujer.

El agresor contó a los guardias tras ser detenido que era celoso y controlador y que le había pedido el teléfono móvil a su pareja, así como que esa noche buscaba a alguien en la casa, pero nunca manifestó que estuviese temiendo por su vida ni la de su familia. Otro de los agentes que participó en la detención ha señalado que la niña manifestó que el acusado le dijo que "papá había hecho daño a mamá" y han afirmado que el acusado estaba muy alterado y violento y costó reducirle.

En cuanto a la actitud del acusado en la detención, los agentes han señalado "que parecía una persona que no estaba en su sano juicio, como si hubiese tomado algo".

Los agentes creen que no llegó a salir de casa

Dos guardias han explicado también que no creen que el acusado saliera de la vivienda aquella noche ni que fuera a correr ya que, han afirmado, iba en calcetines, visiblemente desgastados en la planta de haber deambulado por la calle con ellos, y no había ningún calzado suyo por la casa ni llevaba ropa de deporte, más bien unos pantalones de trabajo.

Además, la puerta de entrada a la vivienda presentaba manchas de sangre en el pomo interior y también en una segunda contrapuerta, propias de haber sido abiertas, algo que no sería así en caso de estar abiertas a su regreso de correr como dijo el acusado.

En total han sido doce agentes de la Guardia Civil los que han prestado hoy declaración como testigos y mañana están previstas más declaraciones de testigos, entre ellos, de la madre de la víctima y de dos amigas que han pedido expresamente hacerlo tras un biombo.

La defensa pide la libre absolución del encausado alegando que sufrió un brote psicótico, mientras que la fiscalía y la acusación particular consideran que es asesinato y piden una pena de 26 años de cárcel. El acusado se sienta en el banquillo de la Audiencia Provincial de Guadalajara en un juicio con jurado que está previsto duré hasta el próximo 14 de mayo.