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Región MIENTRAS ARRECIAN LAS CRÍTICAS INTERNAS A SU RIVAL

Page se da un plazo para anunciar su candidatura al Congreso y a la Junta

4 septiembre, 2017 00:00

El XI Congreso regional del PSOE de Castilla-La Mancha se celebrará los próximos 28 y 29 de octubre y el secretario regional del partido, Emiliano García-Page, desvelará si se presenta a revalidar este cargo en los próximos tres días. Es decir, que antes del próximo jueves se hará oficial lo que todo el mundo da ya por hecho, que García-Page, pese a que jugueteó con la idea de ligar su futuro a lo que pasara en el Congreso federal, sin dejar nunca claro en qué sentido, será candidato a la Secretaría general del PSOE de Castilla-La Mancha.

Y no solo eso sino que es muy posible que también haga pública su intención de ser candidato a la Presidencia de la Junta en las elecciones autonómicas de 2017. Cree que las puede ganar y por eso no va a renunciar ni a lo uno ni a lo otro. Y desde luego de los que no quiere ni oír hablar es de desligar el cargo de secretario general del de candidato a la Presidencia del gobierno autónomo.

Por eso se ha insistido este domingo en ese aspecto y en la importancia que tiene para los actuales dirigentes regionales del PSOE. La portavoz, Cristina Maestre, resaltó ayer que "García-Page entiende que es una condición que tiene que ir ligada y es su opinión" porque "ha tenido la fuerza de los compañeros, de la organización, la unión del partido para lograr de nuevo el Gobierno de Castilla-La Mancha y es su interpretación, aunque habrá quien discrepe y lo analizaremos". 

Añadió Maestre que "el modelo que defiende el secretario general es el que le da la fuerza de ser el líder socialista y que con la misma capacidad, unión, se presente a la Presidencia del Gobierno de Castilla-La Mancha. Es su opinión y el modelo que defiende".

La bicefalia no funciona

No puede ser de otra manera ya que la experiencia ha dejado claro que cuando ha habido bicefalia las cosas no han funcionado. Desde la corriente "sanchista" se ha promovido la fórmula de separar el cargo orgánico del institucional, sobre todo en aquellas regiones donde los "susanistas", o lo que queda de ellos, van a seguir mandando tras los congresos regionales. Es el caso de Castilla-La Mancha y del rival que en principio tiene Page de cara a las primarias de finales de septiembre. El alcalde de Azuqueca, José Luis Blanco, genuino representante del sector de Pedro Sánchez, se ha mostrado como un firme defensor de dicha fórmula, esperando tal vez que le dejaran a él la dirección del partido y se quedara Page con la Presidencia del Gobierno. Pero no va a ser así.

Castilla-La Mancha seguirá siendo una región donde mandarán los fieles a Page, cuyas afinidades más allá de la región ya no se sabe exactamente dónde están después de la traumática experiencia que han vivido en el PSOE este último año. Tras los congresos regionales se va a comprobar que en varias autonomías, como es el caso de la nuestra, una cosa ha sido el voto a la dirección federal y otra a la regional. Donde ganaron entonces los "sanchistas" ganan ahora, seguramente con mayor margen, los "susanistas", "garcía-pagistas", o lo que sea. Los verdaderos rivales de Page en la región para un futuro quizá todavía lejano (depende de lo que ocurra en las elecciones de 2019) no están precisamente en las filas del "sanchismo".

Blanco pierde fuelle

Y mientras Page se da un margen de tiempos de tres días para que el partido asienta a su propuesta de ligar la candidatura orgánica a la institucional, su rival a las primarias pierde fuelle, si es que alguna vez lo tuvo. José Luis Blanco confirmó su candidatura a la secretaría regional el viernes pasado en una cena en Toledo a la que no asistieron más allá de 150 personas, pese a que se había movilizado a la región y se habían puesto autobuses para el desplazamiento de los interesados. No había color, aunque sí algo del calor que resta todavía de la euforia "sanchista" de las primarias federales.

Blanco se ha encontrado desde el primer momento con duras críticas internas de militantes significados que no han ocultado la posición contraria a su candidatura, aunque se presente como el hombre de Sánchez en la región. No es así, si bien debemos suponer que Blanco no habría dado el paso de rivalizar con Page sin el consentimiento de Pedro Sánchez. Se trataría de medir las posibilidades del sector "sanchista", de presionar al aparato y de conseguir, en el peor de los casos, una representación digna en el comité ejecutivo que surja del congreso regional de octubre.

Pero es posible que ni eso ya que Blanco podría retirar su candidatura antes de que se celebren las primarias. Si las opiniones en su contra no eran suficientes, ayer se conoció el manifiesto de un grupo de militantes de Azuqueca, la localidad guadalajareña de la que es alcalde, en la que le piden que no presente su candidatura porque consideran que Emiliano García-Page debe seguir siendo secretario regional. Además, recuerdan que en su día renunció a la secretaría local del PSOE en Azuqueca. 

Dichos militantes, que apuestan por García-Page antes que por su alcalde, no son unos cualquiera. Entre ellos figura el secretario provincial del PSOE en Guadalajara, Pablo Bellido; el diputado regional José Luis Escudero; el exalcalde de Azuqueca, Florentino García-Bonilla; el diputado provincial Julio García y algunos concejales del actual equipo de gobierno de Azuqueca que encabeza José Luis Blanco.