El daño que Filomena ha dejado a su paso por Toledo ha sido considerable y durante mucho tiempo podremos segur viendo sus consecuencias. Ese es el caso de los árboles que crecían en la parte posterior del Seminario, visible desde el Valle. Esta mole de edificio sin gracia ha sido considerada tradicionalmente como un "pegote" añadido al Casco Histórico, en contraste con su entorno y con la panorámica general que se observa desde el punto en el que El Greco pintó la ciudad en el siglo XVII.

Tal como ha publicado la cuenta de Toledo Olvidado en Twitter, son muchos los que piensanque el edificio del seminario no es lo más estético que tiene Toledo, por decirlo suavemente". Y con el buen ojo y la ironía que caracteriza al autor del exitoso blog, Eduardo Sánchez Butragueño, ha explicado que "teníamos la esperanza de que los árboles plantados delante de él fueran tapándolo y camuflándolo poco a poco. Filomena ha acabado con nuestra ilusión".