Nunca una victoria fue tan amarga como la que saboreará esta noche Susana Díaz. El PSOE de Andalucía ganaría las elecciones en esta comunidad, pero con una caída en escaños tan grande que incluso, después de 36 años, podría quedarse sin gobernar en el territorio del sur. Y es que la derecha, con la entrada de Vox en el Parlamento, sumaría más que la izquierda en estos comicios. 

Con el 90,05 por ciento de los votos escrutados, Díaz sumaría 33 escaños, una cifra muy por debajo de los que se marcaba como límite y que le deja en una situación complicada. El descalabro sería histórico y lo provoca una pérdida de 13 diputados  respecto a las anteriores elecciones andaluzas y que abre las puertas del gobierno de la derecha, puesto que Adelante Andalucía se quedaría con 17 (tres menos que hace tres años).

La irrupción de Vox, clave

La clave en esta inversión de las fuerzas en Andalucía no sólo hay que buscarla en el descalabro del PSOE, sino también en la irrupción de Vox. La entrada de este partido se produce con fuerza en el Parlamento andaluz, con doce diputados, lo que le convierte en llave de gobierno de una hipotética unión junto a Ciudadanos y el PP. 

Paradójicamente, el PP ha cosechado sus peores resultados en Andalucía, pero Juan Manuel Moreno podría gobernar con sus 26 diputados, siempre que consiga el apoyo de Ciudadanos, que crece hasta los 20 (11 más que hace tres años) y del recién llegado Vox.