Las palabras del Coordinador General del Partido Popular, Fernando Martínez Maíllo, indicando que están cerca de cerrar un acuerdo sobre el agua que incluirá trasvases, no ha sentado nada bien en el seno de la Asociación de Municipios Ribereños de los Embalses de Entrepeñas y Buendía. Para ellos, no puede haber entendimiento si no se cuenta con su postura en una cuestión tan delicada. 

"Ya sabemos que para algunos es normal aprobar las cosas sin presentarse y al señor Maíllo le ha tocado sacarse un posgrado sobre el tema en las últimas semanas, pero a los afectados de la cuenca cedente nos gustaría estar presentes en la toma de decisiones, que se nos pidiera opinión y que se respetasen nuestras necesidades reales", indica el presidente de la asociación, Francisco Pérez Torrecilla. 

Para los ribereños de la cuenca cedente, "nunca se han tomado la molestia en analizar todo el perjuicio que nos ha causado el trasvase" y lamenta que precisamente sean los grandes agraviados "los únicos que no tenemos voz ni voto en la toma de decisiones"; en especial, en la aprobación de unos trasvases que se aprueba "automáticamente en base a los intereses de los regantes, sin tener en cuenta el río Tajo". 

Por ello, reiteran que "en un acuerdo intervienen las dos partes, no puede darse uno la mano a sí mismo y después celebrarlo con una palmadita en su otro hombro", en referencia a que no se les tenga en cuenta y que se 'venda' como una decisión de consenso. 

Exigencias claras

Desde la asociación de ribereños, "queremos que se cumpla con la directiva marco del agua y no se sacrifique a nuestra comarca y nuestro río, el Tajo, en defensa de una agricultura industrial e insostenible si no fuera hormonada con subvenciones públicas". 

Asimismo, piden que "si alguien quiere llegar a un acuerdo, que sea realmente entre las dos partes y que primero levante las alfombras del Levante; cuando uno pide un crédito, primero se le mira con lupa y para ellos el agua es dinero, porque el abastecimiento para consumo humano está garantizado".