Campo de cereales. Imagen de archivo

Campo de cereales. Imagen de archivo

El campo LAS COOPERATIVAS DE LA REGIÓN Y ASAJA HABLAN DE UNA CAMPAÑA INFERIOR

Significativa caída de la campaña de cereal este año en Castilla-La Mancha

25 mayo, 2021 10:25

Los rendimientos de la cosecha de cereales en España rondarán las cuatro toneladas por hectárea, lo que supone una bajada del 13,2 % respecto a la campaña anterior y una subida respecto a la media de las últimas cuatro temporadas, mientras que en Castilla-La Mancha la caída del rendimiento será del 12,8 por ciento, según ha informado este lunes Cooperativas Agro-alimentarias.

En la campaña pasada, los rendimientos se situaron en 4,62 toneladas por hectárea, mientras que la media de las cuatro últimas temporadas se situó en 3,59 toneladas/hectárea, de acuerdo con las estimaciones de las cooperativas.

"Sin embargo, el cereal presenta en el campo un aspecto más sano y limpio que la anterior campaña" y hay un "mejor manejo en campo, las buenas prácticas y mayor uso de semilla certificada, alrededor del 40% del total", según la misma fuente.

Dentro de las autonomías productoras, las cooperativas prevén una caída más acentuada de los rendimientos en Andalucía (-27,7% anual) debido a la falta de lluvias en los meses de marzo y abril, aunque "habrá que esperar el desarrollo de la campaña a la que queda todavía recorrido".

Aragón también presenta un descenso en los rendimientos (-17,3%), seguido de País Vasco (-15,9%), Navarra (-14,7%), Castilla La Mancha (-12,8%) y Castilla y León (-11,6%).

El resto de las zonas productoras presentan disminuciones inferiores al 10%. Por el contrario, Cataluña mejorará los rendimientos con respecto al año pasado en un 2,5%, de acuerdo con el aforo preliminar de las cooperativas. Han subrayado que mayo y junio son cruciales para una terminación adecuada del grano, que aporte "buenos pesos específicos y permita el mantenimiento de los rendimientos actuales".

Campaña inferior

Por su parte, la organización agraria Asaja Ciudad Real prevé una campaña de cereales para este año inferior a la de 2020, que estuvo por encima de la media de los últimos diez años.

Estas previsiones se han dado a conocer este martes, en una nota de prensa, tras la reunión de la Sectorial de Cereales y Oleaginosas que se ha celebrado en Madrid para analizar la evolución de la campaña de cultivos herbáceos 2020-2021 y pronostica una cosecha en la media de los últimos años.

Los cultivos de cereales y leguminosas más destacados en la provincia de Ciudad Real son la cebada, avena, trigo blando y guisantes, y aunque aún queda el último tramo del año antes de la cosecha, que comenzará la primera semana de junio , la organización agraria recomienda a los agricultores que aseguren sus cosechas ante las adversidades climatológicas que pudieran ocasionar desastres de última hora, como el pedrisco.

Con independencia de las cifras finales de producción, la Sectorial ha incidido en la necesidad de solucionar una serie de problemas que afectan a los productores cerealistas y que tienen que ver con la prohibición de quema de restos de cosecha, los daños producidos por la fauna cinegética, la falta de reciprocidad en las importaciones de cereales y la volatilidad de los precios.

Respecto al problema generado por la prohibición de la quema de los restos de cosecha, los agricultores “piden sensibilidad” a los políticos, ya que esta práctica “es una herramienta con la que siempre ha contado el agricultor y que le ha facilitado el control de plagas y malas hierbas”.

En cuanto a los daños por fauna cinegética, Asaja ha constatado que los cierres perimetrales derivados de la pandemia, que han impedido una caza controlada de estos animales, se han traducido en la proliferación de estas poblaciones, causando muchos daños en los cultivos.

Por ello, el sindicato agrario pide que la Administración compense a los agricultores para paliar las mermas de la cosecha, además de reclamar que se incrementen los controles en frontera y se exija reciprocidad a aquellos productos procedentes de terceros países, ya que éstos, en muchas ocasiones, no cumplen con las exigencias que se imponen a las producciones europeas.

Ante el “sorprendente aumento de las cotizaciones y la volatilidad de los precios” en los mercados internacionales y mercados de futuros, la Sectorial ha insistido en que los movimientos en el mercado obedecen fundamentalmente a prácticas especulativas y que los agricultores no se han beneficiado de estos precios, ya que las cosechas estaban vendidas con anterioridad.