Capilla Sixtina

España en el corazón

14 agosto, 2018 00:00

El titulo  podrá sonar a folclore patriótico o estrofa de tonadillera. Sin embargo, pertenece a Albert  Camus. “Los hombres de mi generación –escribió– llevamos a España en el corazón”. En España aprendieron que  razón y  victoria no guardan ninguna relación, que la razón si  es derrotada resulta inservible. “España en el corazón” es también el título del libro de Adam Hochschil que les propongo como lectura. Cuenta, mezclando historia y vidas personales, la Guerra Civil española, protagonizada por periodistas y soldados norteamericanos de las Brigadas Internacionales. Como escribió el británico “Pat” Gurney: “Para mí y para un gran número de personas como yo, se convirtió en el gran símbolo del enfrentamiento entre fascismo y democracia en todo el mundo”.

En la Unión Soviética, la Guerra Civil española fue sentida como una guerra propia. Los sindicatos soviéticos acordaron donar la mitad del salario mensual de los trabajadores para la causa de España. En una cuenta corriente, en apenas dos meses, se ingresaron por colecta popular dos millones de rublos. Marineros españoles fueron recibidos solemnemente en Odesa y el equipo de futbol del País Vasco viajó por todo el país enfrentándose a equipos locales. Los incidentes de la guerra se publicaban  con mapas del frente y crónicas en los diarios de Rusia. La conquista de Teruel, de Toledo, el traslado del Gobierno republicano a Valencia, la contraofensiva de Brunete o el bombardeo de Guernica. Todo cuanto sucedía en España era noticia en la Unión Soviética.

En Norteamérica, para muchos de sus habitantes, fue la última gran aventura romántica por la que merecía la pena vivir. Lois Orr escribió a su padre: “para cualquier buen revolucionario, España es el lugar en el que hay que estar”.  Los más jóvenes, los más idealistas partieron hacia España para librar la gran batalla contra el fascismo. Aquella no era una guerra como otras, el combate se libraba entre el Bien y el Mal en el que se probaban nuevas armas más potentes y destructivas. No solo vendrían periodistas, entre ellos el inevitable Hemingway, sino mujeres y hombres que formaron parte de las Brigadas Internacionales. Entre 35.000 y 40.000 hombres combatieron en la cinco Brigadas Internacionales. Francia, Inglaterra o Norteamérica, en oposición a sus ciudadanos, prefirieron declarase neutrales. Un desastre trágico, diría Orson Welles en su película de 1946 “El extraño”

El libro cuenta las historias de los brigadistas norteamericanos en España, los combates encarnizados o las audacias de los periodistas. Día a día vamos viviendo también nosotros las miserias y los horrores de aquellos norteamericanos que entendieron el conflicto de España “como más intenso, emocionante e interesante que jamás se haya conocido en Rusia o en cualquier otro lugar”, según el periodista Louis Fischer. Dos mil ochocientos voluntarios estadounidenses combatieron en la guerra civil española. Unos dejaron la vida, otros lo mejor de ella. Quien mejor trasmitió el espíritu de aquellos norteamericanos fue Hyman Kartz, de 23 años, en una carta a sus padres meses antes de morir en la retirada de Teruel. “Si no hubiera venido a España siempre me habría preguntado: ¿Por qué no me desperté cuando sonó el despertador?”

Phil Schachter desapareció en la batalla de Brunete. Tenía 21 años. La nieta del hermano de Phil, Rebecca Schachter, que había oído contar a su padre la impotencia que lo embargaba por no impedir que el hermano se marchara a la Brigada Lincoln, vino a España en 2012. Visitó los parajes de Brunete y escribió:

“Allí, arrodillada tocando la tierra, me sentí tan cerca de mi tío Phil, que me puse a hablarle. Le dije que nunca  lo habíamos olvidado… Le dije que honrábamos su bondad e idealismo y que el mundo resultó ser una realidad políticamente mucho más complicada de lo que él podía saber entonces… Le dije que su venida a España con la Brigada Abraham Lincoln, su disposición a darlo todo creyendo que podía crear un mundo más justo y más libre, que ese voluntariado, ese espíritu de esperanza era una fuente de profunda inspiración…”. “Todo ello –continúa– me produjo una profunda emoción. Pero ya no solo era por mí o mi familia, sino que lo sentía como parte del dolor universal que tuvo lugar en España en aquellos días oscuros que fueron apenas el preludio del trauma y la tragedia que desbordaría por toda Europa y por todo el mundo”.

Así es el tono del libro de Adam Hochschild titulado “España en el corazón”. La historia de los brigadistas americanos en la Guerra Civil Española.