Confidencial con firma

Las apariciones de Burguillos

21 agosto, 2019 00:00

Una reseña periodística en la revista Estampa del año 1935 relata un hecho sorprendente ocurrido en Burguillos de Toledo. Un muchacho del pueblo aseguró con insistencia y absoluta seguridad haberse encontrado con Jesucristo hasta en cuatro ocasiones. El joven Fausto, que así se llamaba el zagal, de camino a la fuente para llenar el botijo que calmase la sed de los obreros que trabajaban en la finca de su padre, reconoció en Él la figura esbelta de un peregrino sentado junto al manantial. Un relato que suscitó la incredulidad de familiares y amigos cuando el joven narró semejante aparición.

El suceso ha vuelto a repetirse en Burguillos años más tarde, aunque de una forma menos sorprendente y sobrenatural. En este caso, la crónica de la nueva aparición no ha sido publicada en ningún eco de sociedad y tan sólo ha quedado registrada en el programa de ferias de la localidad de este año. Y, como en 1935, con otro Cristo mediante, el de la Fe en este caso.

La nueva Corporación -fruto de un pacto entre PSOE y PP que celebraremos se prolongue en el tiempo- solemniza con amplitud de texto y fervor el retorno del Cristo de la Fe, también de Nuestra Señora del Rosario, a las páginas del programa de las fiestas patronales que se celebrarán en su honor durante las próximas semanas. Con semejante entusiasmo lo hacen también el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, de la Diputación de Toledo, Álvaro Gutiérrez, miembros de la Corporación, las respectivas hermandades y, naturalmente, el párroco de la localidad, el padre Juan, que junto a gran parte de burguillanos participan en estas devociones religiosas.

Quedan atrás cuatro años donde la anterior Corporación –Ganemos Burguillos- secuestró cualquier atisbo de religiosidad cristiana en la vida del pueblo, perfectamente reflejado en los programas navideños y de Ferias y Fiestas patronales de la localidad editados por el Ayuntamiento y organizadas en honor ignoto. Un gobierno municipal que durante la Legislatura también destacó, entre otras ocurrencias, por hacer desaparecer o cambiar emblemas y símbolos identificativos de la historia y tradiciones de Burguillos por cursiladas sin sentido. Una despótica manifestación sin precedentes contra el patrimonio cultural e histórico de este pueblo y sus gentes.