Una vez más la casa de Olías del Rey del expresidente de Castilla-La Mancha José Bono ha sido lugar de encuentro de una tarde-noche electoral. Este martes, con motivo del 4-M, volvieron a juntarse los miembros del grupo que se reúne los sábados a desayunar en el archifamoso quiosco de churros Catalino, en el toledano Paseo de la Vega.

Algunos les llaman el grupo del Catalino, del que el expresidente del Congreso es el principal nexo de unión. Cuando está en Toledo, Bono no falla los fines de semana a su cita con los churros y el chocolate del emblemático y popular establecimiento. Igual que no falla la convocatoria en su casa de Olías cuando hay elecciones por medio. En esta ocasión fue para hablar, comentar y seguir el escrutinio de las elecciones a la Asamblea de Madrid.

Precisamente Bono desveló en una entrevista reciente que vota en Madrid, y que lo había hecho ya por correo. Como hemos comentado en otras ocasiones, durante el tiempo que fue presidente de Castilla-La Mancha no se pudo votar a sí mismo en las autonómicas ya que siempre se presentó por Toledo pero mantuvo el empadronamiento en su pueblo natal, El Salobre, en Albacete. Ahora se ve que se ha empadronado en Madrid.

Durante el seguimiento del 4-M, en el que estaban, entre otros íntimos del exministro de Defensa, el exconsejeroTomás Mañas, vecino de Bono; o su exjefe de prensaJosé Luis Fernández “Chunda”, los reunidos valoraron las campañas realizadas por unos y otros partidos y candidatos y coincidieron en que los numerosos errores del PSOE les ha llevado al estrepitoso fracaso electoral que han sufrido en Madrid. También hubo unanimidad al celebrar la dimisión de Pablo Iglesias y su renuncia a seguir en la política activa. Diversión no debió faltar durante la velada. Ni lenguas afiladas.