Confidencial

El llamativo y gran ejemplo que Page y Castilla-La Mancha están dando en España

17 mayo, 2021 00:00

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, está demostrando un interés especial en profundizar en el debate de la despoblación en España y trasladarlo de una manera muy activa al debate nacional, más allá de los límites autonómicos en los que ahora se enmarca. La España Vaciada reclama soluciones urgentes y eficaces: hay que salvar al mundo rural, la España interior que agoniza. En esa noble y hermosa tarea Page ha encontrado una gran complicidad en otros dos presidentes autonómicos, el castellanoleonés Alfonso Fernández Mañueco y el aragonés Javier Lambán, un trío de barones de notable protagonismo político que están dando un ejemplo de entendimiento y cordialidad en esta España turbulenta de la confrontación política desatada. Page, Mañueco y Lambán han celebrado ya tres encuentros institucionales en torno a la despoblación y la pasada semana, como informó ampliamente El Digital CLM, lanzaron el llamado Pacto de Albarracín con el gran objetivo de impulsar este debate y ampliarlo a otras comunidades autónomas y al propio Gobierno de Pedro Sánchez. Es un gran frente común ante un problema que aprieta a muchos españoles.

El horizonte está claro y supone un destacadísimo paso adelante en la defensa de nuestros pueblos. Es preciso poner en marcha medidas concretas para “resucitar” el mundo rural y la España Vacía, y hacerlo con claros incentivos para la recuperación de la vida en los pueblos y dar nuevas oportunidades para el trabajo en el campo y en aquellos sectores que pueden ayudar a la repoblación y a frenar el éxodo. Page, Mañueco y Lambán han apostado, en este sentido, por los fondos europeos que van a llegar como un medio para hacer frente a este grave problema y quieren llevar el debate en esa dirección para que la España que se está quedando desierta reciba dinero e inversiones que ayuden a su “resurrección”. El papel de las empresas y emprendedores en este objetivo puede y debe ser clave. El debate tiene un gran calado de fondo y es una apuesta de futuro que Castilla-La Mancha, Aragón y Castilla y León quieren llevar a toda España. Obviamente, la comunidad castellano-manchega es una de las más amenazadas por el peligro de la despoblación y toda la región, no sólo Page, ha desarrollado una fuerte conciencia en este sentido.

De hecho, las Cortes castellano-manchegas, tomando la delantera frente al reto demográfico, han aprobado recientemente por unanimidad política una Ley contra la Despoblación que supone un paso pionero en España y que profundiza en las medidas para recuperar los pueblos. Medidas como la incentivación económica, las bonificaciones fiscales, ayudas a la vivienda, dotación de servicios esenciales y el apoyo a los sectores del campo con las que se pretende recuperar a la población que se fue y dar vida a todo ese mundo rural que agoniza en distintas zonas de la región y requiere respiración asistida. El presidente Page, como líder político regional, y toda Castilla-La Mancha están dando un llamativo y buen ejemplo de que, más allá de la batalla política, el consenso es el mejor camino para afrontar los grandes debates del momento en España. Esa también es una lección importante. La despoblación es uno de esos grandes debates y haría bien el Gobierno central en prestarle atención y escuchar la voz del mundo rural y todos los que quieren defenderlo.