Digital Castilla

Digital Castilla

Confidencial

La victoria de Casado hace cambiar las sensaciones sobre el futuro de Cospedal en Castilla-La Mancha

23 julio, 2018 00:00

Ha sido un fin de semana de emociones fuertes y de victoria para María Dolores de Cospedal en el Congreso Extraordinario del PP que se ha celebrado en Madrid para elegir al sustituto de Mariano Rajoy en la Presidencia del partido. El triunfo de Pablo Casado sobre Soraya Sáenz de Santamaría ha supuesto un importantísimo alivio para los mandos regionales del partido, que con Casado como nuevo presidente nacional podrán seguir una línea continuista de trabajo que hubiese saltado por los aires (a menos de un año para las próximas elecciones autonómicas, con lo que eso supone) si Soraya hubiese salido como vencedora. 

Analistas políticos de todos los medios nacionales coinciden en que, después de quedar apeada de las primarias en la primera vuelta, el apoyo público de Cospedal a la candidatura del ahora presidente nacional, lo que supuso después arrastrar consigo de manera casi unánime al PP castellano-manchego, ha sido completamente decisivo a la hora de decantar la balanza en favor de Pablo Casado. En ese sentido, el trabajo de los castellano-manchegos Vicente Tirado y Antonio Serrano para movilizar compromisarios está siendo muy valorado y agradecido por el nuevo presidente del PP y su entorno. De hecho, no sería de extrañar que varios castellano-manchegos pasen a formar parte del nuevo organigrama directivo del partido, aún por definir y concretar. 

Por el momento, Casado ya ha incluido al toledano Agustín Conde en la Junta Directiva Nacional del PP. A Paco Núñez, alcalde de Almansa y diputado regional, y a Rosa Romero, vicepresidenta del Congreso y ex alcaldesa de Ciudad Real, les ha reservado un hueco en el Comité Ejecutivo. Entre los integrantes de este último órgano tendrá que ser elegido el nuevo secretario general del PP que sustituya a María Dolores de Cospedal. Todo apunta a que será una mujer y, precisamente, Rosa Romero es una de las futuribles que ya suena en las quinielas, donde también aparecen ex ministras cercanas a Cospedal como Dolors Montserrat o Isabel García Tejerina.

Pero la gran incógnita es saber por dónde pasa el futuro de la propia María Dolores de Cospedal. Las fuentes consultadas por este periódico aseguran que, antes del Congreso, su entorno más cercano daba por hecho que tenía decidido retirarse de la primera línea política para iniciar una nueva etapa profesional en el ámbito privado. Perder la cartera del Ministerio de Defensa, no haber conseguido el apoyo suficiente de lo militantes para presidir el partido y poner fin a una etapa de diez años en la Secretaría General del PP habrían supuesto un importante golpe para ella. Sin embargo, colaboradores cercanos a la lideresa de los 'populares' castellano-manchegos aseguran ahora que la percepción ha cambiado en las últimas horas y que es posible que Cospedal esté dispuesta ahora a prolongar su trayectoria política (todavía es diputada nacional y presidenta del PP de Castilla-La Mancha).

"El apoyo de Cospedal ha sido totalmente decisivo para hacer presidente a Casado y eso ha supuesto un subidón para todos. Era una reválida para nosotros (el PP castellano-manchego) y la hemos aprobado con nota. Cuando no pasó el corte teníamos claro que Cospedal pensaba irse a casa pero ahora, por su carácter ganador, no nos extrañaría que se piense de nuevo volver a pelear por la Presidencia de la Junta en 2019", dicen. En ese sentido, nada más acabar el Congreso en Madrid, el número 2 del PP de Castilla-La Mancha, Vicente Tirado, dijo sobre el futuro de Cospedal en Castilla-La Mancha: "Será lo que ella quiera".

Mientras Cospedal toma una decisión sobre su futuro en política (algún medio nacional ha sugerido que Casado podría ofrecerle la Vicepresidencia del partido, puesto que existía hasta 1990) la intención es que los planes del PP de Castilla-La Mancha no se vean alterados y esperar a que llegue septiembre para decidir con calma quién será su candidato a la Presidencia de la Junta en las elecciones de 2019, tal y como estaba previsto. Sea Cospedal o no, lo que ahora está claro es que será alguien de Cospedal. Si Soraya hubiese triunfado, la película tendría otro guion muy diferente y las luchas por el poder regional hubiesen sido inevitables.