La gestión el gobierno central en la crisis sanitaria por la pandemia del coronavirus falla estrepitosamente en algunos aspectos. Su agilidad a la hora de poner en marcha determinadas medidas es francamente mejorable.

Un ejemplo de lo que decimos es lo que ha tardado en poner en marcha un número de teléfono gratuito para prestar atención psicológica a los ciudadanos confinados por el Covid-19. Un servicio esencial de ayuda a los que sufren con la larga cuarentena a la que estamos sometidos todos los españoles.

Y no es porque el Gobierno de Pedro Sánchez no supiera algo tan obvio. De hecho, hacía ya once días que tres diputados del Partido Popular, encabezados por el guadalajareño José Ignacio Echániz, exconsejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, propusieron en el Congreso la habilitación de dicho teléfono. El Ejecutivo nacional ha tardado casi dos semanas en reaccionar.

De ahí que Echániz no haya podido contenerse a la hora de decir que “este Gobierno sólo acierta cuando acoge propuestas de los demás”.