Paco Núñez no ha tardado ni un minuto en ponerse a trabajar para ganar el congreso regional que el PP va a celebrar a primeros de octubre. En línea con lo que ha sido su forma de actuación a lo largo de su carrera política, el alcalde almanseño ha cogido el toro por los cuernos y se ha lanzado a dominarlo desde el minuto uno, desde que Cospedal decidió dejar la presidencia de los “populares” castellano-manchegos y Tirado dio un paso lado para dejar los trastos en manos de Paco Núñez. Pese a ser sobradamente conocido, la actuación de Núñez ha sorprendido tanto en las filas del PP como en las del PSOE. Estos últimos, algo descolocados, esperaban que Tirado fuera el candidato, pero siempre desconfiaron porque los rumores que llegaban de Madrid decían otra cosa.

Con Tirado, el PSOE lo habría tenido fácil atacando con lo del continuismo y la prolongación de las políticas de Cospedal, pero con Núñez, más joven, con un intenso bagaje político, con una oratoria fluida y vehemente y con un brillante currículo electoral, no es tan fácil trazar la línea de ataque y de desgaste. Y menos cuando, como en el caso del sábado pasado, les gana por la mano a la hora de actuar. A algunos pudo sorprenderles, pero lo cierto es que el también presidente del PP de Albacete se presentó en la localidad toledana de Cebolla para dar su apoyo a los vecinos y conocer sobre el terreno los daños de la riada unas horas después de producirse. Empezó en ese momento a ejercer de candidato, e incluso, si apuramos, de jefe de la oposición. Después llegaron diversos cargos socialistas, pero entre ellos ningún miembro del Gobierno regional. Ni siquiera el presidente.

Si por algo se caracteriza Paco Núñez es por su capacidad de trabajo, su hiperactividad y su olfato político para adelantarse a los acontecimientos. Es lo que dicen de él sus más directos colaboradores y es algo que ha demostrado en los cargos de responsabilidad que ha ejercido, ya sea como presidente de la Diputación, como líder regional de NNGG, como presidente del partido en su provincia, como diputado regional o como alcalde. Mantiene buenas relaciones con los periodistas y con los medios y cuenta ya con el apoyo de todos los presidentes provinciales del partido, de la actual dirección regional y de NNGG. No es mal bagaje como punto de partida.

Pero no puede cantar victoria antes de tiempo. Las cosas en los partidos políticos han cambiado profundamente, y en el PP especialmente. Ahora la decisión la toman en primera instancia los militantes. Después es como siempre, pero hay que superar esa barrera. Si algo está demostrando el PP castellano-manchego es que tiene cantera para sustituir a Cospedal. Antonio Román y Rosa Romero, que se lo están pensando, serían dos magníficos candidatos y unos rivales serios y potentes si finalmente decidieran hacer frente a Núñez. Y más aún si aúnan fuerzas y van juntos a la contienda. En breve, quizá en cuestión de horas, sabremos si se presentan. Es gente leal al partido y lo que decidan será con la idea clara de no romper la actual unidad de la organización e impedir que el PP vuelva en Castilla-La Mancha a los tiempos en que era ingobernable.

Nos consta que cada uno se está moviendo en la región en busca de apoyos para saber las fuerzas con las que cuentan y actuar en consecuencia. Núñez se ha adelantado a todos impulsado por la actual dirección regional, pero eso en sí mismo no evita que otros puedan hacer lo mismo y que se presenten, tal como ha pasado a nivel nacional, como candidatos de la militancia. No sería malo que el ya candidato y los que se lo están pensando hablen entre sí y busquen la unidad antes de tomar decisiones definitivas. El PP se juega su futuro en Castilla-La Mancha.