Confidencial

Page aparenta sentirse muy seguro ante las autonómicas pero el escenario está más abierto que nunca

30 agosto, 2018 00:00

Todos los mensajes que llegan desde el PSOE de Castilla-La Mancha y su entorno apuntan en la misma dirección: el presidente de la Junta, Emiliano García-Page, se siente políticamente muy fuerte y está en condiciones de volver a gobernar en Castilla-La Mancha tras las elecciones autonómicas de mayo de 2019. Casi nadie se atreve a pronosticar una mayoría absoluta socialista en estos comicios, un resultado realmente difícil para cualquier partido, pero el PSOE regional confía en mantener el poder en la Junta de Comunidades, ya sea en solitario o mediante pactos poselectorales con partidos minoritarios. Page mantiene vías abiertas tanto con sus actuales socios de Podemos como con Ciudadanos y no dudará en intentar formalizar cualquier pacto que le permite seguir al frente del Gobierno castellano-manchego una legislatura más.

Sin embargo, estas cuentas que se echan en el PSOE en realidad son un pozo de incertidumbre y dudas. Nadie está seguro de nada y el escenario político de la región está más abierto que nunca. Puede ocurrir cualquier cosa y no se descarta un cambio de gobierno en la comunidad, entre otras razones porque se espera que PSOE y PP obtengan resultados muy justos y dependan de Podemos y Ciudadanos para formar gobierno. El partido de Albert Rivera, que se prevé clave en mayo de 2019, puede inclinar la balanza hacia los socialistas o hacia los populares, en función de quién gane las elecciones y los acuerdos que en su día puedan alcanzarse. Page puede seguir gobernando... o no, y resulta muy difícil en estos momentos hacer una apuesta segura por mucho que los socialistas intenten menospreciar al PP y su (todavía) falta de candidato.

En este escenario el PP precisamente no tiene prisa por decidir su cabeza de cartel. Más bien parecen los socialistas los que muestran cierta ansiedad por conocer al que será su principal rival en las autonómicas, una quiniela en la que se vienen rumoreando varios nombres como alternativas con opciones: desde el secretario general, Vicente Tirado, hasta la diputada ciudadrealeña Rosa Romero o el alcalde de Guadalajara, Antonio Román, entre otras posibilidades. Prácticamente descartada María Dolores de Cospedal, que suena para encabezar la candidatura del PP a las europeas, los populares castellano-manchegos empezarán tranquilamente el otoño político y tomarán la decisión en el momento que consideren oportuno y de acuerdo con el nuevo presidente nacional del partido, Pablo Casado. Por cierto, Tirado forma parte destacada del grupo más cercano a Casado para configurar las listas electorales de las autonómicas y municipales.

En este contexto, es muy aventura pronosticar quién será el próximo presidente de Castilla-La Mancha a partir de mayo de 2019, si bien es verdad, como creen en el PSOE regional, que el presidente Page va un punto adelantado en la carrera.