El Papa Francisco no visitará España por el momento. El pontífice se sigue resistiendo pese a haber una razón poderosa para viajar a la diócesis de Toledo: El Año Jubilar Guadalupense. El Vaticano ya ha comunicado que no vendrá.

Durante la reciente audiencia del Papa al arzobispo de Toledo, Francisco Cerro, y al presidente de CLM y la alcaldesa toledana, Emiliano García-Page y Milagros Tolón, se habló de Guadalupe y del año jubilar e invitaron a Bergoglio a visitar el santuario. Había esperanzas en que lo hiciera después de que la Penitenciaría Apostólica ampliara el Año Santo hasta el 10 de septiembre de 2022, el sábado siguiente a la solemnidad de la Virgen María de Guadalupe. Las limitaciones de la pandemia estaban detrás de este jubileo extendido en el que se confiaba pudiera participar finalmente Francisco, tal como han contado en La Razón.

Sin embargo, el Papa ha confirmado este jueves a los arzobispos de Toledo y de Mérida-Badajoz que no viajará a Extremadura para participar del Año Jubilar a través de una carta en la que expresa que, “aunque no puedo acudir en persona, me uno a la peregrinación espiritual de muchos fieles que no han podido cumplir el deseo de acercarse al santuario”. Como alternativa propone realizar un camino interior “que nos lleva a ese hogar de María, que se vislumbra como casa de sanación”.

El Papa reclama que “el gozo de este encuentro no puede ser una evasión, sino un compromiso con la cruz que el Maestro nos propone, mostrando su carne todavía sufriente en la del hermano”. Francisco hace un llamamiento para que “la antigua talla de la Virgen de Guadalupe” sirva de “trono, para acoger y llevar a Jesús”. En este sentido, insta a todos los peregrinos a ser “mensajeros de la alegría del Evangelio”.

La visita del Papa hubiera supuesto un acontecimiento de magnitud universal para Guadalupe, sobre todo después de la pandemia y las limitaciones que ha supuesto para la movilidad de las personas. En cualquier caso, la relajación de las medidas contra el Covid y el efecto de las vacunas están permitiendo que el santuario recobre poco a poco una mayor presencia de visitantes. En el primer semestre del año, hasta 6.000 peregrinos han pasado por el santuario de la diócesis toledana.