Adolfo Suárez Illana, el que fuera candidato del PP a la Presidencia de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, ha participado este martes en los Cursos de Verano de la Universidad Católica de Valencia (UCV) con la conferencia "El éxito de la Transición", en la que ha expresado su desacuerdo con la Ley de Memoria Histórica, a la que ha calificado de "aberrante" y "símbolo de desunión". Suárez Illana, tal como ha recogido la agencia Efe, no ahorró calificativos contra esta iniciativa ni se reprimió a la hora de hablar de algunas cuestiones desde planteamientos que muchos pueden considerar políticamente incorrectos: "Estamos viviendo un embate a nuestros principios y a nuestros valores desde varios puntos de vista: uno es el nacionalismo excluyente; otro, desde el ámbito cultural, es la negación de la misma naturaleza de España; y otro viene desde esa izquierda radical empeñada en traer a la mesa la memoria histórica como instrumento de desunión, porque es en la violencia donde ellos están a gusto", declaró Suárez Illana.

"La memoria histórica, ¿qué significa?, ¿Qué tengo que quitarle la calle a un general franquista y mantenérsela a un general del ejército rojo? Sinceramente, yo por Largo Caballero no tengo ningún respeto, me parece un salvaje. La Ley de Memoria Histórica me parece aberrante", ha sentenciado.

Durante el coloquio, y como no podía ser de otra manera, Suárez Illana subrayó el papel de su padre, el expresidente Adolfo Suárez, y destacó la importancia del consenso y del sentido del bien común para la creación de La Constitución de 1978. Su discurso, plagado de anécdotas, tanto personales como de su padre, puso en valor la importancia de la Transición, que "cambió la exigencia por la necesidad de buscar soluciones, el perdón y el abrazo que se dieron las dos españas no fue un abrazo al olvido". Al acto también asistieron dos buenos amigos suyos como son el expresidente de la Generalitat, Francisco Camps, y el arzobispo de Valencia y ex cardenal primado de Toledo Antonio Cañizares.

Fue precisamente monseñor Cañizares el que puso la nota de color al presentar al conferenciante y asegurar que "recoge la herencia del pensamiento político de su padre y, en algunos aspectos, hasta lo mejora".