El aplazamiento del festival debido al actual Estado de Alarma, lejos de parar su actividad, ha permitido comprobar la solidez, el prestigio y la capacidad de un festival con cincuenta y nueve años de antigüedad a través de un espectacular desembarco en redes sociales.

Durante el período de confinamiento, la SMR de Cuenca ha querido impulsar su presencia en redes con el fin de modernizar el que es el cuarto festival de música más antiguo de España, acercándolo a un público potencial y dándole un carácter accesible de manera contínua, más allá de la celebración del mismo.

Dentro de su actividad reciente, en la que las diversas publicaciones del mes de abril han superado las 30.000 visualizaciones y en pocas semanas acumula cientos de seguidores, tanto en Facebook, Instagram y Twitter; cabe destacar el programa SMR Directo, que se emite cada domingo a las 18:00 horas desde la cuenta oficial de Instagram del festival (@smrcuenca).

Esta iniciativa permite acercar el lado más humano y desconocido de los diferentes artistas de prestigio internacional que son entrevistados en directo por el maestro Cristóbal Soler. El director artístico de la SMR conduce el programa mediante una conversación relajada, centrada en las propias anécdotas personales que los invitados comparten haciendo un repaso de su carrera artística y sobre todo, su vinculación con el festival conquense en la que además, interactúan con el público respondiendo a las preguntas que los espectadores mandan durante el directo.

La última conexión, celebrada el 3 de mayo, superó el pico de los mil cuatrocientos espectadores presenciando como Manuel Blanco tocaba en directo para dedicárselo a las madres en su día, poniendo así un broche de oro a la entrevista. El reconocido trompetista internacional, nombrado Hijo Predilecto de Castilla-La Mancha en 2018, quiso destacar en su despedida la grandeza del Festival refriéndose al mismo como “una de las joyas españolas”.

La Semana de Música Religiosa de Cuenca sigue de esta manera su labor como destacado agente cultural en su lucha por mantener y agrandar el festival, distinguido con la “Insignia Cultural de Castilla-La Mancha” desde 2017 por el Observatorio de Cultura de España.