Este Luis Bárcenas de todas las corrupciones, con él empezó todo, no hace más que perder batallas contra María Dolores de Cospedal, su gran enemiga en el PP y artífice de su destape y caída. La odia como puede, de todas las maneras y de todos los colores, pero no ha conseguido ganarle ni una sola escaramuza, y eso que lo ha intentado hasta el día del juicio final. La última derrota de Bárcenas a manos de Cospedal ha tenido lugar este mismo martes, cuando hemos conocido que el juez ha dado carpetazo al llamado "caso Sufi" por el que se acusó a la secretaria general del PP de haber financiado ilegalmente su campaña a la Presidencia de Castilla-La Mancha en el año 2007. Recordarán aquellos famosos 200.000 euros con los que machacaron al entonces gerente del PP regional, José Ángel Cañas, y cómo implicaron al exalcalde de Toledo, José Manuel Molina, y otros siete concejales de su equipo municipal de cuando entonces.

Supongo que ahora nadie va a pedir perdón a Molina y muchos menos a Cospedal, pero el caso es que otro escándalo gaseoso que lo llenó todo de humo en las portadas y telediarios de hace unos años queda archivado y nunca más se supo. Esas mismas portadas nacionales e informativos ahora callan, casi todas, igual que los oponentes políticos que entonces tanto ladraban y que ahora se han quedado mudos. Ya el asunto no interesa, ha quedado sobreseído y a otra cosa, mariposa. Cospedal, entonces difamada, se habrá llevado una alegría este miércoles por la mañana, una más que le gana por goleada al tal Bárcenas y a la mentira, y tal vez esté llegando el momento de que en España nos pongamos a pensar un poco si el terreno movedizo en el que se ha convertido la política nos lleva a alguna parte a la que merezca la pena llegar. Imagino al bueno de Vicente Tirado más contento que un ocho con un asunto que en su día le dio muchos quebraderos de cabeza.

Lo que sí ha estado bien ha sido la carta que ha enviado esta semana Juan Alfonso Ruiz Molina, el consejero de Hacienda del Gobierno de Emiliano García-Page, a los partidos de las Cortes de Castilla-La Mancha para intentar desbloquear los Presupuestos de la Junta. Es un movimiento importante del Ejecutivo autonómico con el que Page quiere convencer al PP y a Podemos, a los dos a la vez o a uno por lo menos, de la importancia de salvar el escollo de esta crisis política que atraviesa Castilla-La Mancha y aprobar las cuentas públicas de la región. No lo tengo claro, pero me parece evidente que la actitud del presidente de la Junta es positiva y así deberían entenderlo los grupos de la oposición, a día de hoy sin un planteamiento definido. La novedad de la carta de Ruiz Molina es que, vistas las dificultades con el líder regional de Podemos, José García Molina, el Gobierno de Page mira ahora al Partido Popular como posible salvador de la cosa, pero me temo que de momento nada de nada. Digamos que lo normal sería que Page convenciera a García Molina y todo empezara a rodar de nuevo, pero el chico podemita, me temo, sólo obedece órdenes de arriba, o sea de Pablo Iglesias, que está en su estrategia nacional y tiene al propio Page enfilado. De hecho, el presidente regional y García Molina llevan muchos meses sin hablarse, según cuentan, así que alguien va a tener que aficionarse a escribir cartas y mandarlas implorando a Madrid, o donde sea.

Y, en fin, termino felicitando a Pedro José María de Pablo Ricote, alcalde de la localidad guadalajareña de Campisábalos, por tener en su pueblo el aire más limpio de Europa, según ha dictaminado la OMS y todo el mundo ha publicado en los periódicos. Enhorabuena: De Pablo Ricote es el alcalde europeo más saludable y en su pueblo lo que se respira es felicidad. Y eso.