Castilla-La Mancha es la Comunidad Autónoma en la que ha inscrito el mayor número de proyectos fotovoltaicos de Gas Natural Fenosa Renovables, después de que la compañía haya formalizado la nominación de siete plantas fotovoltaicas por una potencia total de 271,7 MW en la región.

En concreto, estos proyectos están situados en las provincias de Ciudad Real, Guadalajara y Toledo, y se denominan Canredondo, Carpio de Tajo, La Nava, Picón I, Picón II, Picón III y Zorita. Su construcción supondría una inversión conjunta de unos 176 millones de euros, según ha informado Gas Natural en nota de prensa.

Estos siete proyectos forman parte del total de nueve plantas fotovoltaicas que Gas Natural Fenosa Renovables ha nominado, con una potencia total de más de 340 MW, y que se encuentran ubicadas en cuatro provincias de Castilla-La Mancha y Extremadura.

Gas Natural Fenosa Renovables ha anunciado el inicio de construcción del proyecto La Nava y en los próximos meses irá confirmando la ejecución de aquellas plantas que, de entre las nueve identificadas, configuren finalmente los 250 MW adjudicados, que tendrán un recurso solar superior a las 1.900 horas de producción anual. La compañía ha estimado que la construcción de esos 250 MW supondrá una inversión total de alrededor de 165 millones de euros.

Primera piedra en Almodóvar del Campo

Esta semana, la filial de renovables de Gas Natural Fenosa ha puesto la primera piedra de la planta solar fotovoltaica de La Nava, una instalación situada en los términos de Almodóvar del Campo y Puertollano (Ciudad Real), con una potencia de 49 MW y cuya construcción supondrá una inversión de más de 34 millones de euros.

Además, Gas Natural Fenosa Renovables tiene en operación otra instalación de la misma tecnología, Toledo PV, en La Puebla de Montalbán (Toledo), la más antigua de Europa ya que comenzó a funcionar en 1994 con una potencia pico de 1 MW.

También, Gas Natural Fenosa Renovables cuenta con nueve parques eólicos en Castilla-La Mancha que en 2017 generaron 493 GWh, lo que supone cubrir las necesidades eléctricas de unas 200.000 viviendas y evitaron lanzar a la atmósfera 169.933 toneladas de CO2.