Aún es pronto pero, poco a poco, empieza a no serlo tanto. Queda menos de un año y medio para las elecciones autonómicas de 2019 y, aunque todavía es mucho tiempo, los partidos ya no piensan en otra cosa, preparan sus estrategias electorales y van perfilando sus candidatos autonómicos y municipales. El Partido Popular necesita apurar el trago desde la oposición en Castilla-La Mancha y empezar a pensar muy seriamente en el candidato con el que hará frente al presidente socialista de la Junta, Emiliano García-Page, más fuerte en estos momentos de lo que pudiera parecer para afrontar los próximos comicios regionales.

Es público y notorio que los populares castellano-manchegos mantienen como opción número uno para su candidatura a la Presidencia de la Junta a la ministra de Defensa y líder regional del PP, María Dolores de Cospedal, pero ante la duda ha tomado un intenso protagonismo en los últimos meses el secretario general del partido, Vicente Tirado, que es la apuesta de la propia Cospedal en el caso de que ella decida finalmente no presentarse a las autonómicas. Está claro que, salvo decisiones de urgencia de última hora, uno de los dos, Cospedal o Tirado, será el próximo aspirante del PP al Palacio de Fuensalida, si bien la situación política generada en España a partir de las recientes elecciones catalanas puede obligar a cambios estratégicos que inclinen la balanza hacia Cospedal.

El Partido Popular es consciente de las dificultades por las que está atravesando en estos momentos, con una sensible caída en las encuestas y una clara tendencia al alza de Ciudadanos, y estas circunstancias están variando a marchar forzadas la estrategia del partido de Mariano Rajoy hacia un rearme ideológico, una mayor acción política del Gobierno y un reforzamiento de los candidatos autonómicos y municipales para situar en primera fila electoral a los líderes más fuertes y visibles del partido. En este contexto podría darse la circunstancia de que finalmente Cospedal decida dar el paso adelante y volver a la política en Castilla-La Mancha con la firme intención de convertirse de nuevo en presidenta de la Junta. Al fin y al cabo, Cospedal es la mejor opción del PP de Castilla-La Mancha y su liderazgo y popularidad son muy evidentes tanto en la política nacional como regional, si bien la decisión final sólo le corresponde a ella y al reducido grupo de notables de su entorno, entre ellos Rajoy y el propio Tirado.