Cada vez se observa con mayor nitidez la importancia del sector agroalimentario en Castilla-La Mancha. Importancia económica y social para un sector que representa el 14 por ciento de la riqueza regional y que es uno de los factores claves de progreso y empleo en Castilla-La Mancha, además de uno de los principales focos exportadores de nuestra comunidad autónoma. El peso de la agricultura y la ganadería en la economía castellano-manchega, tan importante desde siempre, está encontrando una constante vía de crecimiento a través de los productos agroalimentarios de calidad y este es un sector al que hay que prestar mucha atención porque, además, se encuentra en expansión y tiene mucho recorrido por delante.

Creemos que el consejero de Agricultura y Medio Ambiente, Francisco Martínez Arroyo, es plenamente consciente de esta situación y está dedicando por ello muchos esfuerzos a apoyar a este sector e impulsar su internacionalización, como también hicieron otros gobiernos anteriores en Castilla-La Mancha. Fruto de esta toma de conciencia es la intensa labor que se lleva a cabo en torno a la agroalimentación en nuestra comunidad y los importantes planes que existen al respecto. Está claro que todavía queda mucho por hacer, pero el camino está abierto y estamos ante una clara apuesta de futuro para Castilla-La Mancha.

Nos congratula comprobar el reciente acuerdo que ha alcanzado el propio Martínez Arroyo con el presidente de la Confederación de Empresarios de Castilla-La Mancha, Ángel Nicolás, para impulsar conjuntamente este sector y darle el relieve y la importancia que tiene y debe seguir teniendo en la economía regional.