El Alcaná

Nochebuena negra 

24 diciembre, 2018 00:00

Pedro Sánchez cenará esta noche en Moncloa con la satisfacción de haber conseguido el apoyo de los independentistas a los presupuestos generales del Estado. Aún no se ha hecho expreso, pero todo lo organizado estos días conduce a ese fin. El chico más listo de la clase cenará con Begoña y la familia en palacio, mientras condena al resto de España a una humillación histórica y a su partido a la catacumba de la ignominia y el oprobio. O el Psoe echa a Pedro Sánchez o Pedro Sánchez acaba con el Psoe.

Lo consumado el jueves y viernes en Barcelona es la traición del conde Don Julián antes de que las tropas moras invadieran la península, terminaran con don Rodrigo y el reino visigodo. El catalán que se sienta español ha quedado completamente desamparado. Ha visto cómo su gobierno legítimo ha reconocido a un golpista como homólogo y ha dado representatividad y carácter de ciudadanía a unos comandos revolucionarios violentos. Lo siento, señor Sánchez y señores socialistas. En política, lo que parece es. Y aquí se ha entregado España a cambio de unos presupuestos y unos cuantos millones. Puigdemont ha vencido y reclamará desde fuera la anulación de los juicios. Total, si el presidente del Gobierno reconoce a su títere y se aviene a quitar la Constitución del comunicado de la vergüenza, quién desde fuera va a apoyar una causa que ni siquiera respeta el jefe del Ejecutivo. Buena la has liado, Pedro. Hasta Serrat para sus conciertos para pedir respeto y cantar en castellano. Antes de que España se rompa, se rompe Cataluña por dentro. Habrá que aplicar un 155 sine die; lo pedirán los propios catalanes asfixiados. Al tiempo.

Cuantos más días y meses pase Pedro en la Moncloa con este plan, más crecerán los votos de Vox y más complicado lo tendrán los barones y alcaldes. El aumento del partido de Abascal no se debe a su ideario. Nadie discute el aborto, las autonomías o el matrimonio homosexual. Eso que se lo quite de la cabeza. Pero lo que muchos de mis amigos políticos no entienden es que la ciudadanía vota y elige en cada momento en función de la urgencia o necesidad. Los partidos existen en tanto que son útiles, no por su cara bonita. Y hoy la peña ve que el partido que más útil y claro lo tiene en la cuestión central, vital y esencial de la política española, la secesión catalana, es Vox. A partir de ahí, temblar y meditar.

Creo que la solución no llegará por Abascal, salvo que el Psoe se empeñe. Considero que es acertada la idea de Page de buscar un consenso central entre Ciudadanos, PP y Psoe para defender la Constitución. Pero eso pasa por el derrocamiento de Sánchez o el fin de su política entreguista y de cesión. No va a quedar otra. No es que Cataluña desafíe al Estado; es que se subvierte incluso la legitimidad de todo un régimen, el del 78, que algunos quieren vender a precio de saldo. El período de máximo esplendor de nuestra Historia reciente, que desde determinadas fuerzas radicales quieren derribar para llevarnos a tierras prometidas, pero que de sobra sabemos fallidas y ominosas. Hay que aprender bien y tranquilamente la Historia de España para conocer cuáles serán los resultados de las políticas radicales, frentistas y divisorias. Nada bueno nos espera si hacemos caso a los profetas de las orillas o esquinas. Estamos en tiempos de Transición y acuerdos y eso pasa por olvidarse del cortoplacismo y aplicar la transversalidad. Lo contrario lleva al país a una incógnita irresoluble y negra, como esta Nochebuena de desamparo. El Rey volverá a realizar su discurso íntegro esta noche para Pedro Sánchez. Como el 3 de octubre. Enciende la tele, Pedro.