El Alcaná

Por qué España es una sola nación

2 diciembre, 2019 00:00

En plenas negociaciones para formar gobierno, vuelve a salir la cantinela de la nación de naciones que ya Zapatero se sacó de la manga para bendecir el infausto tripartito. Tengo escrito que el político leonés es el peor desde Fernando VII en nuestra Historia. Andado el tiempo, creo que me quedé corto y supera al Deseado. Zapatero es el responsable de abrir la senda del cambio constitucional que ahora de facto proyecta Sánchez para finiquitar el régimen del 78, y de resucitar los odios enterrados de la Guerra Civil con la demente ley de Memoria Histórica, según la cual un bando fue el bueno y el otro malo. Sólo falta una dosis de ignorancia y otra de manipulación en los nietos iletrados para volver a repetir los mismos errores y llevar a España por la senda de Sísifo, con la piedra a cuestas de forma permanente.

Estanislao Figueras, el primero de los cuatro presidentes de la Primera República, que duró lo que un embarazo, dijo tras dimitir y largarse de España en la frontera: “Estoy hasta los cojones de todos nosotros”. España se había convertido durante el Sexenio Revolucionario (1868-1874) en una sucesión de inventos y calamidades. Tras derrocar a Isabel II y varias experiencias fallidas, el país se encaminó a su primera experiencia republicana. Se debatía ya España entonces entre federalistas y centralistas. El disparate llegó al máximo con el cantón de Cartagena y España se vio convertida en una sucesión de comunas independientes donde libre y voluntariamente aceptaban constituirse en pueblos que autorizaban legaciones y embajadores en el pueblo de al lado. Una pedorrera mental que acabó con Pavía entrando a caballo en el Congreso. Sólo la vuelta de los Borbones y una mente privilegiada como la de Cánovas puso cordura en las federaciones ibéricas que se desangraban unas a otras.

El camino está hecho y la Historia, escrita. Pese a las taifas, los reinos peninsulares, Wilfredo el Piloso y toda la sucesión de mantras e idearios absurdos de los nacionalistas, España fue siempre una idea más o menos común que ya los romanos tenían en la cabeza y que llega a nuestros días constituida en una sola nación. Los Reyes Católicos son quienes cierran definitivamente la Reconquista y reconstruyen lo que los mozárabes guardaron tanto tiempo bajo invasión musulmana, la idea del reino visigodo que se levantó en la Península Ibérica después de las invasiones bárbaras. Un reino sobre la antigua provincia romana. Isabel y Fernando hacen de España la primera nación moderna del mundo y por eso mismo sientan las bases de lo que después será el imperio mayor conocido del orbe entero. Pero no es por eso por lo que España es solo una nación.

Hay momentos de la Historia más recientes que lo explican. Uno de ellos, el más claro y evidente, es la Guerra de la Independencia. Dos reyes, hijo y padre enfrentados, la invasión napoleónica, ausencia absoluta de institución alguna... Es ahí donde nace la tradición juntera española, que va a dar al rompeolas de las bombas de Cádiz y la Pepa. Nuestro país no tenía gobierno alguno, los reyes habían desaparecido... Sin autoridad que lo ordenara, el pueblo entero a una, desde Gerona a Vitoria, desde Bailén a Zaragoza, se levantó contra el francés y lo mandó por donde había venido. No hizo falta rey alguno que lo ordenara, ni gobierno que nada organizase. Lo hizo el pueblo... Daoíz y Velarde, Chaleco, la Galana, el Bruch... Sin lazo alguno que lo atara, el pueblo sabía dónde estaba su soberanía. En su tierra, su suelo, España.

Las guerras carlistas lo que hicieron fue propiciar el germen de lo que después sería y continúa siendo el nacionalismo. La tribu, la piedra, la caverna, la etnia... Por eso, la causa de España ha sido siempre la causa de la libertad y no al revés. Quién separa y disgrega, oprime. Bilbao aguantó liberal a los carlistones y Barcelona jamás caerá en monsergas. La herencia liberal de Cádiz es la que alcanza al abrazo del 78, que hoy quiere romperse en un destino incierto.

Lo que tengo muy claro es que España sigue siendo una sola nación. Porque, al igual que en 1808, es capaz de aguantar, soportar y remediar toda esta patulea de inútiles que nos dirigen.