El Comentario

El corazón de Iker

6 mayo, 2019 00:00

De su sección habitual en el diario Marca, "Las cuatro esquinas", ofrecemos el último artículo de Manuel Juliá publicado este 3 de marzo de 2019 y que en parte está dedicado a Iker Casillas tras el episodio del paro cardiaco que ha sufrido esta semana el gran deportista español.

 

EL CORAZÓN DE IKER

Como si fuese una corneta que nos araña el alma sonó la noticia. En un primer momento la sorpresa de conocer cómo un cuerpo joven también es asediado por la destreza de la enfermedad. Pero menos mal que en un segundo, en menos que sucede un suspiro, supimos que Iker estaba bien, que todo había sido una avanzadilla del mal intentando derrotarlo. Iker volvió a ganar la batalla. Esta vez contra la arteria de su corazón. Lo bueno de lo malo es que pudo saber que es uno de los jugadores más queridos del fútbol. El mundo estalló de alegría. Iker está bien. Ha pasado el mal trago. La corneta sonó en Twitter calmando el dolor de tanta gente que lo queremos. Iker Casillas siempre formará parte de algunos de los mejores días de nuestro recuerdo. Iker Casillas está bien amigos, brindemos por la vida.

QUE VENGA YA EL FUTURO

Estos días madridistas en los que solo hablamos de si se ficha este o el otro. Entended que en esta anodina historia es difícil que a un jugador le vibre el alma cuando sale al campo. Es imposible que la cabeza se deshaga de esa sensación de no tener nada por lo que luchar. Que venga ya el futuro y se abra otro horizonte en el que se pueda luchar por un sueño. Entiendo el enfado de Zidane pero es imposible que las neuronas se enciendan. Que venga ya el futuro. Es triste ver a jugadores que han sido los mejores del mundo arrastrarse por el campo. Con esto se demuestra que el fútbol está en la cabeza, y que si ahí muere, muere en la yerba. Estos días son solo días que ya han muerto. El Madrid vive el epílogo de una derrota. Que venga el verano y sea como un hospital de reposo.

ACARICIAR UNA PROMESA

Esa tenacidad de Messi en lo genial es como una espada que rasga cualquier ilusión ajena. Klopp se estará preguntando todavía que más hubieron de hacer para marcar un gol. O para ganar. Porque hubo un momento en el que los reds ahogaban al Barça. Entonces los culés que veían conmigo el partido se agarraban el miedo entre una bruma de sudores y sustos. Veían a Salah correr al centro del campo enfebrecido. Veían a ese eléctrico alemán danzar por la banda como un hechicero feliz. Hasta que Messi recordó que no podía fallar. Le había dicho a su gente que este año traerían "esa copa tan linda". Con Messi los adjetivos se minimizan. Solo con nombres se puede hablar de su fútbol. Di StéfanoPeléCruyffMaradonaZidane y Messi, y el orden de los factores no altera el producto.

SONIDO DEL TOQUE

La inmensa final que se percibe en el horizonte. Un tipo de fútbol que ha enclaustrado la belleza en la eficacia, que ha puesto la inteligencia de la colocación como opción básica para el juego. Que si toque sí o toque no. Es mucho más. Solo hay que mirar al Ajax que es también fuerza, cabeza, orden, una forma de exprimir la sed comunitaria de un equipo que de forma natural se impone. Ahora que el Barça ha desertado un poco (sin Xavi e Iniesta hay otra orquesta) refresca ver a este Ajax jugar como en el barrio, que en la moderna Holanda es como en el estadio de la niñez. Fútbol feliz. Orden, pase y luz. Ese sonido de a un toque, dos toques, un cloc cloc hermoso que va forjando una perfecta partitura. Ver esa final es recordar maravillas. Yo iré con Cruyff, gane quien gane.