El Comentario

Hospital Universitario de Toledo

16 diciembre, 2020 00:00

Los Reyes de España han presidido recientemente el acto de inauguración del Hospital Universitario de Toledo y el director gerente del Complejo Hospitalario ha manifestado que aspira a que este nuevo centro sanitario se sitúe entre los diez mejores de España e incluso sea "un gran hospital a nivel europeo". Personalmente, como ciudadano y como médico emérito del SESCAM con décadas de dedicación profesional en el Complejo Hospitalario de Toledo, no puedo ocultar de que esa aspiración termine siendo una realidad. Pero tampoco puedo sustraerme al pensamiento de que entre un hospital de "grandes espacios" y un gran hospital existe una -más grande aún- diferencia.

Ya manifestamos, en un artículo previo, que el nuevo hospital de Toledo era indudablemente "una oportunidad", una gran oportunidad, sin duda , pero matizábamos también que, como toda ocasión, puede ser una oportunidad ganada o perdida. Nada está más alejado de nuestro ánimo ahora mismo que la censura abierta y estéril a un proyecto que creemos necesario, pero si queremos advertir -de la manera más constructiva que nos sea posible- que, en estos tiempos en que la forma y el aspecto manda sobre el contenido, y en el que se olvida que es el esfuerzo y no la ocurrencia el que da los mejores frutos, adornar los hechos y las cosas con pomposos adjetivos no da la categoría real a las cosas; es pura propaganda. Y todo esto cobra especial relevancia cuando nos referimos a un nuevo hospital porque curar es una actividad exigente en la que no cabe hacer las cosas más o menos bien: sólo hay cabida para la honestidad, la dedicación y la búsqueda continuada de la excelencia.

Nos inquieta, pues, la amenaza de que el "Gran Hospital Universitario de Toledo" pueda quedar en exiguo "Hospital de Toledo" por falta de la adecuada energía, apoyo y planificación. Para poder hablar de "hospital universitario" no sirve con atribuirse gratuitamente el adjetivo. Desgraciadamente este hospital nace con una carencia primordial: la falta de una Facultad de Medicina asociada directamente y en cercanía a un proyecto hospitalario de esta envergadura y a la ciudad de Toledo. Pero también existen otros criterios que permiten que tal designación sea legítima: (a) debe responder a las necesidades de enseñanza, formación e investigación de los programas de las profesiones sanitarias, (b) debe poder cubrir la formación predoctoral y posdoctoral en diversos matices con garantías, (c) debe acoger estudiantes de medicina, enfermería, etc. que le son confiados por la universidad a la cual está afiliada, (d) debe ser reconocido por su excelencia en los servicios y cuidados dados a la población y, finalmente, (e) debe contar con un número adecuado de profesionales con formación y capacidad para dar docencia y realizar investigación.

Todo esto da la posibilidad de atribuirse el adjetivo pero no define la calidad asociada a esta condición. La Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) acredita la calidad de los profesores titulares y asociados que -recomendablemente con dedicación exclusiva al hospital- deberían ser los responsables primordiales de la docencia, formación e investigación sanitaria. El número de publicaciones de los profesionales del hospital, fácilmente consultaban desde plataformas serias como PubMed, indica el nivel de los grupos de trabajo e investigación. El Fondo de Investigaciones Sanitarias (FIS), una organización del Sistema Nacional de Salud, establece los fondos para proyectos de investigación y becas de ampliación de estudio con un enorme prestigio y, obviamente, a mayor número de proyectos FIS concedidos, mayor prestigio para la institución. La UEMS (Union Européenne des Médecins Spécialistes) es una institución dependiente de la Unión Europea que evalúa, de forma voluntaria, mediante los exámenes llamados "Board", en cada especialidad médica, la capacitación profesional del especialista. El número de Tesis Doctorales publicadas gracias a trabajos realizados en el centro también da una idea de la calidad universitaria asociada a él. Y así un continuo etcétera de indicadores claramente medibles. Decía el profesor Samuel Wells, presidente del American College of Surgeons y jefe del Departamento de Cirugía de la Washington University School of Medecine de St. Louis (doce Premios Nobel de Medicina en su historia), que para hacerse una clara idea de la calidad de un hospital universitario y académico era necesario visitar y conocer su biblioteca. Sin embargo no hemos podido encontrar ninguna información al respecto de cómo es ni con qué recursos cuenta la de este nuevo hospital de Toledo.

Conseguir, además, que el nuevo hospital de Toledo sea no solamente universitario sino que mantenga un proyecto que permita clasificarlo entre los mejores hospitales del país precisará que se integre en las tres funciones principales de todo centro hospitalario: la actividad asistencial, la formación profesional y la investigación. Conseguirlo va a precisar de muchos años de dedicación y esfuerzo pero se puede no partir de cero. En Medicina -como en muchos otros aspectos de la vida- no hay mejor lugar donde aprender que entre los mejores maestros. Así pues, si nos fijamos en clasificaciones que sean honestamente objetivas, año tras año figura entre uno de los mejores del continente el hospital Clínic de Barcelona. Es una entidad con una visión estratégica diferente a la mayoría de hospitales de nuestro país, con una financiación público-privada especial y es el hospital con mayor producción científica de España. Ese posicionamiento de liderazgo científico de la institución lo supo impulsar quien fue, durante años, su director general, el doctor Joan Rodés, prestigioso hepatólogo a nivel internacional, a través de la toma de varias decisiones de extraordinaria importancia para el futuro: se creó un Instituto de Investigación asociado al hospital, se desarrolló la Carrera Profesional de los médicos mediante evaluaciones realizadas por los propios médicos en las que se evaluaban distintos méritos profesionales y científicos con el fin de otorgar cierta categoría, implementó la creación de becas y ayudas para que los profesionales del Clínic pudieran dedicarse a la investigación y formarse en otros centros de reconocido prestigio durante unaño sabatico. Las ventajas de esta estrategia eran múltiples, pues permitían conocer como funcionaban las mejores Instituciones nacionales e internacionales, promovían la colaboración con grupos de trabajo prominentes de otros centros y mejoraban las capacidades de comunicación y publicación de los miembros del hospital al enriquecer el dominio de un idioma extranjero, principalmente el inglés. Esta idea no es completamente novedosa en nuestro país. Fue promovida por la Institución Libre de Enseñanza con el nombre de "Junta de Ampliación de Estudios", que fue presidida por don Santiago Ramón y Cajal desde su fundación hasta su muerte y cuya existencia permitió a Severo Ochoa (el otro premio Nobel español de Medicina) el contacto imprescindible con laboratorios extranjeros que le llevaron a aportaciones capitales en el mundo de la medicina.

Construido e inaugurado ya el nuevo hospital de Toledo es momento de analizar lo que se debe y se puede hacer en los diferentes niveles de la organización si se quieren alcanzar verdaderas cotas de excelencia en ella. Promocionar una adecuada planificación que permita que podamos llamar con decoro GRAN Hospital UNIVERSITARIO de Toledo al hospital recién inaugurado es una obligación ineludible de nuestros dirigentes y de todas aquellas personas con capacidad de gestión en el nuevo hospital. Perder esta oportunidad sería un yerro imperdonable que no debemos permitirnos. Tenemos clara el objetivo ,debemos caminar los pasos que nos lleven a ella, pues, como decía Confucio,” cuando resulta obvio que no se pueden alcanzar los objetivos, no ajustéis los objetivos, ajustad mejor los pasos que os conduzcan a ellos”.

Manuel Doblas. Doctor en Medicina y Cirugía. Cirujano Vascular "Emeritus" CHT