No necesariamente la apostasía está vinculada al ámbito religioso. En la antigua Roma se consideraba apóstata al soldado que desertaba de su puesto durante la guerra. Un acto de cobardía que era considerado una traición que dañaba de modo irreparable el honor del individuo que lo cometía, quedando condenado al exilio para siempre lejos del hogar. Posteriormente, este concepto pasó a formar parte del mundo cristiano, y los filósofos siempre ponen como ejemplo de renegado histórico a Juliano, llamado el apóstata, por intentar, tras asumir el poder como emperador romano, dar impulso al paganismo en perjuicio del cristianismo, la religión oficial. Duró dos años en el cargo.

Mucho más cercanos y populares tenemos en España ejemplos igualmente conocidos en los  pontífices apóstatas de la iglesia palmariana de El Palmar de Troya. Son los casos de Gregorio XVII, fundador de la orden y más conocido como La Voltio en la zona de ambiente de Sevilla y famoso por sus juergas, y su sucesor Gregorio XVIII, de pila Jesús Hernández, casado en el Sacromonte con la exmonja Nieves Triviño. Todo un acontecimiento para la época pues no todos los días renuncia un Papa a su pontificado y, mucho menos por amor, aunque el contrayente fuese miembro de la Iglesia Palmariana de los Carmelitas de la Santa Faz.

 A la tropa palmariana, aunque de paisano, parece haberse unido recientemente en esta tierra el diputado del PSOE en Castilla-La Mancha Fernando Mora, si hacemos caso de sus recientes manifestaciones acerca de María Dolores Cospedal. Al cuñado del presidente de la región, siempre ávido para la descalificación del oponente, le hemos oído renegar todos los días de la expresidenta de Castilla-La Mancha al ser, según él, la responsable de “poner a Castilla-La Mancha al pie de los caballos”; generar como nadie lo ha hecho “tanto dolor a la región”; “deteriorar la imagen y las vidas de los gestores públicos socialistas”; o “minusvalorar siempre a la región”, entre otras perlas.

Tras semejante acervo de descalificaciones, el ardoroso diputado se vuelve ahora cándido y califica a Cospedal como “más sensata y constructiva” tras la renuncia de la aludida. Constatadas sus afirmaciones recientes, el PSOE recela ahora sobre la actitud de su atolondrado militante que tanto mérito hace para apostatar de su partido ante semejante cambio de opinión o de doctrina. Incluso, en la región ya corre el rumor de su acercamiento al PP. Otros, de su posible integración en la candidatura del partido de Núñez en las próximas elecciones. Hay expectación en conocer sus próximas intervenciones.