El portavoz de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) en Castilla-La Mancha, José Luis Perea, ha instado al Gobierno regional a que ponga en marcha un paquete de ayudas e incentivos que palien las consecuencias económicas de la pandemia por covid-19, tras un año “terrible” que ha finalizado con 348 autónomos menos en la región.

“Concluye un año horrible. La dura realidad de un tejido empresarial asfixiado y que ha dejado a Castilla-La Mancha con menos autónomos de los que comenzaron el año”, ha asegurado Perea, quien ha incidido en que las cifras podrían haber sido “peores” si no se hubiera puesto en marcha la prestación por cese de actividad.

En este punto, ha detallado que hay casi 350.000 trabajadores por cuenta propia en España que están compaginando su actividad con la prestación, de los que 11.121 ejercen su labor en la región.

El portavoz de ATA en Castilla-La Mancha ha opinado que el Ejecutivo autonómico tiene “una asignatura pendiente” con el trabajo autónomo y ha lamentado que, un año más, la comunidad autónoma cierre “con datos negativos”, con la pérdida del 0,2 % de profesionales respecto al inicio del 2020.

Perea ha especificado que a cierre de 2019 había 149.178 autónomos en Castilla-La Mancha, según datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones analizados por ATA, mientras que a cierre de 2020 la región cuenta con 348 autónomos menos.

Asimismo, ha indicado que, aunque se tardó en reaccionar en la primera ola de la pandemia, finalmente sí se pusieron en marcha ayudas “muy importantes” por 80 millones de euros, pero ha lamentado que estos trabajadores se hayan visto “desprotegidos” por parte del Gobierno regional en la segunda ola.

Perea ha recordado que los autónomos han demandado ayudas directas para sectores tan castigados como el comercio, ocio infantil, restauración o feriantes y ha destacado la necesidad de seguir apoyando al colectivo en la región porque, como ha vaticinado, “no vamos a tener recuperación en este primer semestre de 2021”.