Digital Castilla

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Castilla la mancha JUSTINO PÉREZ, DIRECTOR GENERAL DE BEATRIZ HOTELES

"El turismo incontrolado que llega a los apartamentos ilegales puede generar problemas en Toledo"

12 abril, 2018 00:00

 

 

Justino Pérez (La Pueblanueva, Toledo) vivió 30 años en Talavera de la Reina, donde su padre se inició en el negocio hotelero con la apertura del primer establecimiento del grupo en 1983. Ahora lleva otros 30 en Toledo, tres décadas en las que el director general de la empresa familiar, a los mandos de la nave tras el fallecimiento del patriarca en 2005, ha evolucionado junto Hotel Beatriz de la capital regional, que desde el 28 de marzo de 1988 lleva dando servicio a sus clientes con la satisfacción del deber cumplido y con el orgullo de ser clara referencia en el sector, habiendo sido premiado como el mejor hotel de congresos y de convenciones de España. En todo este tiempo Beatriz Hoteles ha capeado los peores momentos de la crisis y ha crecido con dos nuevos hoteles en Lanzarote (Islas Canarias) y otro en Albacete. Justino Pérez atiende a EL DIGITAL para hablar de la situación del turismo, de las claves del negocio en particular y de sus planes de futuro.

Se acaban de cumplir 30 años desde la inauguración del Hotel Beatriz de Toledo. ¿Como ha cambiado la forma de hacer turismo en estas tres décadas?

Los clientes que llegan al Hotel Beatriz han cambiado relativamente poco. Los tipos de mercado a los que nos dirigimos se han ampliado pero, en realidad, nuestro mercado preferente sigue siendo el turismo de empresas. En ese sentido, la gran revolución llegó con el euro, porque todas las empresas querían adaptarse para estar en primera línea, por lo que tuvimos una avalancha de trabajo impresionante. Aquellos años fueron muy buenos, pero después vimos la otra cara de la moneda, la llamada globalización, con la que quedaron 5 compañías de cada 20. Se fusionaron tantas empresas de seguros, laboratorios consultoras, banca, etc... que nos hizo daño porque se notó en nuestro volumen de contratación.

 

Sin embargo, lo peor estaba por llegar con la gran crisis que hemos padecido en los últimos años. ¿Ha pasado ya lo peor?

Sí, indudablemente. En 2017, a partir de primavera, ya se notó mucha mejoría. Nosotros lo percibimos porque hay más volumen de contratación y mucho mayor dinamismo a la hora de solicitar presupuestos. De hecho, el primer trimestre de 2018 ha sido bastante mejor que el del año 2017 y esperamos que el resto del año siga en la misma línea.

 

¿Se nota más mejoría en Toledo o en Albacete?

En Albacete tenemos un perfil muy concreto de clientes: el visitador que necesita pasar una noche para visitar las pequeñas y medianas empresas en los polígonos industriales de la ciudad y de la comarca. Nosotros estamos en el más importante, en el polígono de Campollano, y notamos que hay mucha más actividad. Podemos decir que ahora estamos consiguiendo los niveles de ocupación que preveíamos cuando abrimos el hotel en 2009. En Albacete estamos creciendo considerablemente y bastante rápido, y en Toledo podemos decir que lo niveles de ocupación vuelven a ser normales después de este freno durante los años de crisis.

 

¿Castilla-La Mancha puede ser un destino turístico en sí mismo o es una utopía?

Si me habla de la comunidad autónoma... Es que es una región tan grande que hablar de destino turístico en su conjunto habría que ponerlo entre comillas. Indudablemente, Toledo es la capital turística de Castilla-La Mancha y creo que ese honor le va a seguir correspondiendo.

 

¿Se han dado cuenta ya las instituciones de que Toledo no se vende sola?

La promoción turística de la ciudad ha mejorado bastante en los últimos años. Cuando abrió el Hotel Beatriz en la ciudad, nuestras inversiones para la promoción turística de Toledo superaban con creces a las del Ayuntamiento y a las de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Queríamos dar a conocer un proyecto tan magnífico como este, el primero de estar características en la ciudad, y tuvimos que ponerlo en el punto de mira del mercado. Para ello tuvimos que hacer una gran inversión publicitaria que superaba a la que hacían las instituciones, pero por suerte esto ha ido cambiando. Desde hace en torno a diez años, Toledo se ha volcado en su promoción porque ha entendido que el turismo es una fuente de ingresos fundamental para la ciudad. Creo que en los últimos tiempos se están haciendo las cosas bien.

 

Hay colectivos en la ciudad que opinan que Toledo ya recibe una cantidad de turistas por encima de lo deseable. ¿Hay que tomar medidas para evitar una saturación del mercado?

La realidad es que hay un volumen incontrolado de turismo en los apartamentos y casas ilegales. Estamos teniendo una avalancha de un nuevo tipo de turismo del que la Administración debería comenzar a hacer un seguimiento y regular lo antes posible. Es urgente hacerlo porque ahora no podemos saber quiénes son estos turistas, de dónde vienen, cuánto tiempo están y cuánto pagan. Es algo que hay que atajar porque este tipo de turismo es el que desborda los recursos y sí puede generar problemas, incluso de seguridad. Cuando un cliente llega a nuestro hotel, como a cualquier otro, inmediatamente se le registran los datos y está controlado por la Dirección General de la Policía. En los casas que se alquilan irregularmente eso no se hace, y luego suceden las cosas...

 

¿Disponen de estimaciones que indiquen cuántos apartamentos ilegales pueden estar funcionando en Toledo?

Es imposible saberlo con exactitud porque están al margen de la ley y nadie las controla, pero si enciendo mi teléfono móvil y entro en Airbnb (una plataforma online dedicada a la oferta de alojamientos a particulares y turísticos) me dice que hay 166 casas disponibles en Toledo, con una capacidad media para 5 ó 6 personas. ¿Quiénes son esas personas? ¿De dónde vienen? ¿Qué ingresos generan en la ciudad? ¿Los propietarios pagan impuestos por ejercer esta actividad? Esto hay que regularlo sin dilación. Sabemos que la Administración está dando pasos pero creo que deberían acelerarlo todo. Baleares ha multado con 300.000 euros a Airbnb por ofertar 20 pisos turísticos ilegales que carecían del número de inscripción turística. Si se está haciendo en el resto de España, ¿por qué aquí no?

 

¿Le ilusiona la llegada del parque temático Puy du Fou a Toledo?

Se empiezan a escuchar algunas críticas pero yo siempre estoy a favor de que surjan iniciativas importantes para Toledo. Yo no le voy a poner ningún pero al parque porque, sobre todo, va a ser bueno para atraer a Toledo a un turismo más internacional que pernocte en la ciudad, que es algo de lo que todavía estamos un poco escasos.

 

¿El turismo que llega a Toledo sigue siendo de paso?

Para ver Toledo como se merece hacen falta tres noches como mínimo. Se están dando pasos en ese sentido pero la estancia sigue siendo corta y la pernoctación media no llega a dos noches. Ver Toledo de noche e iluminado es un atractivo impresionante, espectacular. Pocos ciudades en el mundo tienen una panorámica tan bella como Toledo con sus monumentos iluminados.

 

El Hotel Beatriz de Toledo fue ampliado con un spa y un gran auditorio en 2009. ¿Tienen previstas nuevas reformas de calado?

La actividad del hotel está bastante completa en la actualidad, la presencia de nuestros hoteles en los buscadores de Internet no deja de ser una espada de Damocles que tenemos encima, porque los potenciales clientes miran mucho la puntuación y la crítica que ya han dejado otros usuarios que ya han pasado por aquí, por lo que nos obliga a hacer un seguimiento exhaustivo de las opiniones que te obliga siempre a corregir cosas y a mejorar. El cliente te va guiando sobre lo que necesita, y si no te adaptas es un mal asunto. En ese sentido, nuestra apuesta tiene que ir encaminada hacia la tecnología. En poco tiempo haremos una experiencia piloto con una compañía tecnológica para que, al reservar una habitación, esa reserva te llegue al teléfono móvil y que ese dispositivo te permita acceder directamente a tu habitación, encender la luz, poner la televisión... Eso ya está inventado y queremos ser pioneros a la hora de implantarlo en Toledo.

¿Qué supuso para sus hoteles la aparición de los buscadores y comparadores de Internet?

Todo lo que sea facilitar las cosas siempre favorece el flujo del turismo. Si quieres tener presencia en todo el mundo tienes que estar ahí. Es algo extraordinario que alguien desde Nueva York abra Booking, por ejemplo, y en unos segundos pueda acceder a toda la oferta hotelera de Toledo. A nosotros, que tenemos presencia en todas las OTA's (Online travel agencies), nos ha dado un flujo muy importante de reservas de turismo internacional que, si no fuera por estas nuevas herramientas, posiblemente no vendrían a Toledo porque les resultaría mucho más trabajoso reservar una habitación.

 

Las camareras de piso, conocidas como 'kelys', denuncian que sus condiciones de trabajo son muy precarias. ¿Son justas sus reivindicaciones?

Puede ser que se hayan cometido excesos y que en algunos momentos, sobre todo en comunidades como Canarias o Baleares, por las altas ocupaciones y la escasez de mano de obra, estas mujeres hayan tenido que hacer un trabajo extraordinario. Limpiar hasta 30 habitaciones al día, y hay habitaciones que tienen dos y tres camas, es un trabajo muy duro que, sin duda, hay que reconocer de manera justa. Nos ponemos en su piel y, al menos nosotros como empresarios, estamos concienciados de que su remuneración debe ser adecuada al trabajo que realizan.

 

Su padre fundó en Talavera el primer hotel de la cadena en 1983 y usted cogió el testigo sin dudarlo. ¿Sus descendientes están dispuestos a seguir con el negocio?

Hay componentes de la familia que ya se están integrando al grupo y están trabajando en la empresa, pero todavía están en pleno periodo de formación, de adquisición de conocimientos. Cuando nos llegue el momento de retirarnos espero que haya quien siga la estela. El relevo va a llegar de manera natural.

 

Pero por ahora usted no piensa en la jubilación...

Bueno, tengo que empezar a pensar en ello. Yo he sido muy feliz en el Hotel Beatriz de Toledo durante 30 años y estoy muy satisfecho del trabajo que hemos hecho, pero la pena es que esos 30 años los he ido cumplido yo también. En mí se nota más el paso del tiempo que en el hotel y ya tengo más canas de la cuenta (Ja,ja,ja).