Lo que debía ser una mañana mágica se acabó convirtiendo en una verdadera pesadilla. Quince minutos para olvidar han terminado por dejar prácticamente sentenciado al Villarrobledo en la pelea por el ascenso. Y es que, después de no haber perdido en casa en toda la temporada, un mal inicio frente al Almería B dejó a los albaceteños a merced de los andaluces, que les castigaron con tres goles que condicionaron el definitivo 3-6. 

Un resultado pésimo para los rojillos, que ven de esta manera cómo se va por la borda todo el trabajo de la temporada. Y es que nada más empezar las cosas se le empezaron a torcer al cuadro albaceteño. En el minuto 2 del encuentro, Sekou se abrió hueco en el área local para batir a Javi López con un atinado disparo. Sin embargo, lo peor estaba por llegar, puesto que cinco minutos después el cancerbero falló en su despeje frente al atacante, quien tocó lo justo para que la pelota acabase al fondo de las mallas.

Las cosas podían ir aún peor para el Villarrobledo y así sucedió. Chema, tras aprovechar un rechazo dentro del área de los rojillos, anotó el tercer tanto cuando no se había cumplido ni el primer cuarto de hora de partido. El cuadro de Manolo Martínez no estaba sobre el césped y Javi López tuvo que intervenir para evitar que la renta se volviera más amplia. 

Al menos, tras el 'shock' inicial, mejoró de forma sensible el Villarrobledo. Comenzó a asediar a su rival y, al borde del descanso, consiguieron los de Manolo Martínez reducir distancias en el marcador. Fran Minaya firmó una auténtica obra de arte después de recortar internándose en el área para soltar un latigazo con la derecha ante el que nada pudo hacer Batalla. Pero no era el día de los locales, que vieron quebradas de nuevo sus esperanzas de remontada en el minuto 43, cuando Sergio logró ganar la espalda de la defensa para batir en el mano a mano a Javi López (1-4).

Severo castigo

En la segunda mitad, cambió la fisionomía de un Villarrobledo que no quería darse por vencido. Tirando de orgullo y de valentía, los rojillos cercaron la portería del Almería B y pronto obtuvieron rédito, con un córner en el minuto 48 cabeceado de forma impecable a la red por Perona. Pero de nuevo, el tanto de los locales se vio contestado de forma inmediata por el filial, que restableció la diferencia de tres tantos con el 2-5 anotado por Sekou, tras aprovechar un balón al palo de Sergio. 

Todavía pudo ampliarse la renta de los visitantes, que encontraban muchos espacios en la zaga de un Villarrobledo al que le salvó un claro fuera de juego en el tanto anulado a Óscar. Y es que los locales, jugándose el todo por el todo, sólo pensaban en limar la diferencia para alcanzar con opciones la vuelta en el estadio de los Juegos del Mediterráneo. 

En el minuto 70, alcanzaron parcialmente su objetivo con el 3-5. Buitrago se encargaba de dar esperanzas a un Villarrobledo que mereció el cuarto en los veinte minutos restantes, para al menos quedarse con una diferencia de un gol que no dejara sentenciada la eliminatoria. Sin embargo, la pesadilla se hizo tangible una vez más y en el momento más cruel, en el tiempo de descuento. Un contragolpe que no pudo frenar ningún jugador local acabó con Darío marcando un 3-6 que aniquila el sueño del ascenso de los rojillos.