Digital Castilla

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La Pregunta

¿A qué político de la región ha encargado Cospedal que solucione uno de sus grandes problemas?

28 agosto, 2017 00:00

La ministra de Defensa, la castellano-manchega María Dolores de Cospedal, y su equipo de trabajo son conscientes de que los militares españoles tienen dificultades para reconducir su vida laboral en el ámbito civil cuando se ven obligados a dejar el Ejército por motivos de edad, un problema que se agudizará cuando en 2025 todos los soldados que no sean de carrera tengan que abandonar las filas al cumplir 45 años.

Según ha informado El Confidencial Digital, el Ministerio de Defensa admite que no está siendo del todo eficaz en sus programas para reconducir a la vida civil a los miembros de los tres ejércitos, por lo que ha decido dar un paso más para potenciar sus servicios de orientación laboral para los militares.

Así, el boletín del Servicio de Aprovechamiento de las Capacidades Profesionales del Personal Militar (Sapromil) recoge que el subsecretario de Estado de Defensa, el toledano Arturo Romaní, ha aprobado crear un grupo de trabajo con representantes de distintas instancias de las Fuerzas Armadas que tiene como misión redactar un “Plan Integral de Orientación Laboral del Personal Militar del Ministerio de Defensa”.

Lo que pretende el Ministerio que dirige Cospedal es centralizar en un plan para optimizar los programas hasta ahora dispersos, líneas de actuación a través de las que trata de buscar salidas profesionales a los militares, sobre todo los que tienen que “jubilarse” a los 45 años y deben buscar una ocupación civil. Por tanto, según El Confidencial Digital, el plan contemplará las posibilidades de promoción interna de los militares de tropa y marinería a las escalas de oficiales y suboficiales; el pase a administraciones públicas; las “pasarelas” de acceso a la Guardia Civil, a la Policía Nacional y los cuerpos autonómicos y locales; medidas de acceso al mercado laboral en el sector empresarial privado; distintas salidas formativas en la universidad y de formación profesional e incluso el fomento del emprendimiento.

Desde la Asociación de Tropa y Marinería creen, además, que se debería llegar a acuerdos con las empresas estatales o participadas por el Estado (como Correos, Navantia, Defex) para buscar en ellas empleos para quienes dejan el Ejército. Desde luego, Arturo Romaní tiene trabajo por delante y la confianza de Cospedal para resolverlo con éxito.