Castilla-La Mancha se ha convertido en una gran potencia de la energía solar fotovoltaica, según los datos de la Red Eléctrica (REE). Nuestra región cuenta con permisos concedidos para levantar 7.600 MW de energía solar, una cifra que supondrá una inversión cerca de 4.000 millones de euros. Castilla-La Mancha sigue también pendiente de otros 600 MW que se encuentran en tramitación y que también pueden acabar logrando permisos.

En total, España cuenta ya con solicitudes autorizadas para instalar 121.000 MW, es decir, el doble de lo previsto en el Plan Nacional de Energía y Cima (60.000 MW). Además, se han rechazado ya solicitudes por 114.000 MW y se siguen estudiando, según los últimos datos de REE, permiso para 47.600 MW.

Este boom fotovoltaico en España está elevando considerablemente el precio de las fincas rústicas. Las cotizaciones por hectárea en el campo, donde más fácilmente se pueden instalar estas plantas, se han multiplicado hasta por tres e incluso por cuatro, en el mismo momento el Gobierno cambió la regulación para permitir el despliegue masivo de fotovoltaicas.

En apenas 24 meses, el precio del alquiler anual por hectárea rústica, especialmente en las regiones más soleadas como Castilla-la Mancha, ha pasado de una media de apenas 600 euros a más de 2.000. Por su parte, los precios de compra, menos habitual, también se han disparado hasta más de 35.000 euros/hectárea. Más incluso que como tierra de olivar, uno de los cultivos más costosos.

Aunque puede variar en función de la instalación, en el sector se considera que a nivel general el despliegue de un megavatio de planta fotovoltaica requiere una media de dos hectáreas.