El atletismo castellano-manchego corre al ritmo que marcan Irene Sánchez-Escribano y Laura Sevilla. La fondista y la velocista hicieron bueno su papel de favorita y se volvieron a proclamar campeonas de España en 3.000 obstáculos y 100 metros lisos.

Sánchez-Escribano hizo buenos los pronósticos consiguiendosu quinto título, cuarto consecutivo. No fue óbice el hecho de que no hubiera corrido ninguna prueba esta temporada, sí lo había hecho sobre 2.000 metros. A falta de seis vueltas Sánchez-Escribano se despegó con facilidad de sus rivales, llevándose consigo a una valiente Clara Viñarás. A falta de 1.000 metros la toledana, demostrando una muy buena forma, dejó atrás a la madrileña y con un correr fácil cubrió la distancia en 9:48.57, mejor marca española del año y registro muy notable dadas las circunstancias. Plata muy merecida para la madrileña Clara Viñarás, que siguió la estela de Sánchez-Escribano, y terminó en 9:58.30. Bronce para la burgalesa Lidia Campo, atleta hasta ahora de 1.500, con 10:18.90.

Por su parte, la solaneraPaula Sevillase impuso en el 100 femenino y revalidó su título de 100 metros conseguido el año pasado, con 11.52, mejor marca española del año; dominó la carrera a pesar del esfuerzo de la barcelonesa Jaël Bestué, que fue segunda cerca de ella, con 11.61. El bronce fue para la también catalana Estela García, con 11.80.

En el 4x100, Paula Sevilla también logró la medalla de oro formando parte delPlayas de Castellón, que se llevó la prueba parando el crono en 45.91.

Imagen de la victoria de Paula Sevilla en los 100 metros. Foto: Jesús Domínguez

Paula Sevilla estuvo muy cerca de repetir oro en 200 metros, donde volvió a protagonizar un bonito duelo deportivo con Bestué, pero en esta ocasión la catalana venciendo en 23.60 sobre la manchega, que realizó 23.67.

El último metal castellano-manchego se lo colgó otra solanera, Hermi Parra. En su caso fue en el relevo 4x400 formando parte del Playas de Castellón.